martes, 1 de julio de 2014

Concentrar la atención para aprender a obedecer




Ya que han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la derecha de Dios.  Concentren su atención en las cosas de arriba, no en las de la tierra,  pues ustedes han muerto y su vida está escondida con Cristo en Dios.   
Colosenses 3:1-3.


Lectura: Colosenses 3:1-17.  Versículos del día: Colosenses 3:1-3.

MEDITACIÓN DIARIA

En la prédica del domingo anterior aprendí que normalmente pasamos por encima el prestar atención, y es que esto tiene mucho que ver con el obedecer.   Aquí precisamente se nos dice: “Concentren su atención en las cosas de arriba, no en las de la tierra”.  Dios está muy interesado en que pongamos la atención debida a sus mandatos.  ¿Y cuáles podrían ser éstos?  Necesitamos que nos los recuerde y pongamos la atención requerida: “Por tanto, hagan morir todo lo que es propio de la naturaleza terrenal: inmoralidad sexual, impureza, bajas pasiones, malos deseos y avaricia, la cual es idolatría” (v. 5). Y añade: “Pero ahora abandonen también todo esto: enojo, ira, malicia, calumnia y lenguaje obsceno.  Dejen de mentirse unos a otros, ahora que se han quitado el ropaje de la vieja naturaleza con sus vicios” (vv.  8-9). Considero que no se necesita explicación alguna.
Queda entonces lo bueno que tenemos que hacer: “Por lo tanto, como escogidos de Dios, santos y amados, revístanse de afecto entrañable y de bondad, humildad, amabilidad y paciencia,  de modo que se toleren unos a otros y se perdonen si alguno tiene queja contra otro” (vv. 12-13).  Además dice que gobierne en los corazones la paz de Cristo y habite en cada uno su Palabra; que se instruyan y aconsejen con sabiduría; que se alabe y adore al Señor con gratitud de corazón (vv. 14-16).  Y termina la exhortación: “Y todo lo que hagan, de palabra o de obra, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios el Padre por medio de él” (v. 17).
Casi todos los versículos los copié tal como están en la Palabra, precisamente para que pongamos más atención a ellos y verifiquemos qué es lo que demanda Dios de nosotros.  Están más que claros; así que lo único que nos falta es obedecerlos.

Amado Señor: Te damos gracias por tu bendita Palabra que ahora tenemos y podemos digerirla lentamente para conocer tu buena voluntad respecto a nuestras vidas. Permite que tu Santo Espíritu haga en cada uno la obra regeneradora al revestirnos con ropa limpia, concentrando la atención en lo que te agrada y obedecerte sin excusa ni impedimento alguno.

Un abrazo y bendiciones.

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