Cuando no se ejecuta rápidamente la sentencia de un delito, el corazón del pueblo se llena de razones para hacer lo malo.Eclesiastés 8:11.
Lectura: Eclesiastés
8:9-17. Versículo del día: Eclesiastés
8:11.
MEDITACIÓN DIARIA
Practicar la justicia es básico para la paz, de
cualquier sociedad. La justicia se
ejerce desde el mismo seno del hogar y sea cual sea la sociedad, se debe obrar,
ejerciéndola correctamente. Cuando se le dan largas, vienen las consecuencias. Miremos nada más lo que sucede en un partido
de fútbol si se deja pasar falta tras falta; por lo general termina en
gresca. Igualmente sucede en el círculo
de una institución, municipio o nación, cada cual hace lo que le parezca y la
situación se sale de las manos. La
Biblia dice al respecto: “El producto de la justicia será la paz; tranquilidad y seguridad perpetuas serán su
fruto” (Isaías 32:17); “La justicia
enaltece a una nación, pero el pecado deshonra a todos los pueblos” (Proverbios
14:34), y la Palabra de Dios no se equivoca. Practicar el derecho es condenar al
culpable desde el mismo momento en que comete la falta.
Dios demanda lo siguiente: “Practiquen el
derecho y la justicia” (Jeremías 22:3). La
reflexión es empezar por lo nuestro. La
justicia conduce a la paz y la paz empieza por casa. En toda circunstancia siempre debemos ser los
primeros en poner nuestro granito de arena.
Amado Señor: Enséñanos
a ejercer justicia en el campo que sea, sin dejarnos llevar por apariencias ni
siendo consecuentes con el pecado. Tú
buscas en nosotros la excelencia; queremos caminar en justicia para gozar de
una vida en paz.
Un abrazo y bendiciones.
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