miércoles, 9 de julio de 2014

La paz es producto de la justicia




Cuando no se ejecuta rápidamente la sentencia de un delito, el corazón del pueblo se llena de razones para hacer lo malo. 
Eclesiastés 8:11.


Lectura: Eclesiastés 8:9-17.  Versículo del día: Eclesiastés 8:11.

MEDITACIÓN DIARIA

Practicar  la justicia es básico para la paz, de cualquier sociedad.  La justicia se ejerce desde el mismo seno del hogar y sea cual sea la sociedad, se debe obrar, ejerciéndola correctamente. Cuando se le dan largas, vienen las consecuencias.  Miremos nada más lo que sucede en un partido de fútbol si se deja pasar falta tras falta; por lo general termina en gresca.  Igualmente sucede en el círculo de una institución, municipio o nación, cada cual hace lo que le parezca y la situación se sale de las manos.  La Biblia dice al respecto: “El producto de la justicia será la paz;  tranquilidad y seguridad perpetuas serán su fruto” (Isaías 32:17);  “La justicia enaltece a una nación, pero el pecado deshonra a todos los pueblos” (Proverbios 14:34), y la Palabra de Dios no se equivoca. Practicar el derecho es condenar al culpable desde el mismo momento en que comete la falta.
Dios demanda lo siguiente: “Practiquen el derecho y la justicia” (Jeremías 22:3).  La reflexión es empezar por lo nuestro.  La justicia conduce a la paz y la paz empieza por casa.  En toda circunstancia siempre debemos ser los primeros en poner nuestro granito de arena. 

Amado Señor: Enséñanos a ejercer justicia en el campo que sea, sin dejarnos llevar por apariencias ni siendo consecuentes con el pecado.  Tú buscas en nosotros la excelencia; queremos caminar en justicia para gozar de una vida en paz.   

Un abrazo y bendiciones.

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