sábado, 26 de julio de 2014

El Señor de la gloria, salvador del mundo




El Hijo es el resplandor de la gloria de Dios, la fiel imagen de lo que él es, y el que sostiene todas las cosas con su palabra poderosa. Después de llevar a cabo la purificación de los pecados, se sentó a la derecha de la Majestad en las alturas.   
Hebreos 1:3.


Lectura: Hebreos 1:1-14.  Versículo del día: Hebreos 1:3.

MEDITACIÓN DIARIA

El Señor Jesucristo, el Hijo de Dios, heredero de todo y Creador del universo (v. 2), es el resplandor de la gloria de Dios y después de cumplir su misión en el mundo, donde vino a salvar a la humanidad, se sentó a la derecha del Padre. “ Por eso Dios lo exaltó hasta lo sumo y le otorgó el nombre que está sobre todo nombre, para que ante el nombre de Jesús se doble toda rodilla en el cielo y en la tierra y debajo de la tierra,  y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre” (Filipenses 2:9-11).  Ahí está resaltada la supremacía del Señor; es superior a los ángeles quienes están al servicio divino y puestos para ayudar a los creyentes (v. 14 en la lectura).  Jesucristo  el único digno de recibir todo honor, gloria, alabanza y adoración; por eso, muchos ángeles que están alrededor del trono le reconocen como tal, y cantan con todas sus fuerzas: “¡Digno es el Cordero, que ha sido sacrificado, de recibir el poder, la riqueza y la sabiduría, la fortaleza y la honra, la gloria y la alabanza!” (Apocalipsis 5:12).  Toda la creación se une a una voz para cantar: ¡Al que está sentado en el trono y al Cordero, sean la alabanza y la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos!” (Apocalipsis 5:13).
Muchos en estos tiempos no lo reconocen como Dios, Señor y Salvador; el mundo dice no a su mensaje; pero llegará el momento en que toda lengua confesará que Jesucristo es el Señor y ante Él se doblará toda rodilla. Estamos en el periodo de la gracia; después este regalo ya no estará disponible, vendrá la gran tribulación y personalmente creo que la salvación será con la vida misma; lavarán y blanquearán sus túnicas con la sangre del Cordero (Apocalipsis 7:13-14). 
Por eso no desprecies lo que Dios te ofrece hoy, para que tengas vida y vida eterna; te está poniendo en bandeja de oro a su mismo Hijo Jesús, para que le aceptes en el corazón y te arrepientas de tus pecados. No lo dejes para mañana, puede ser tarde.

Amado Señor Jesucristo: Hoy te reconocemos como Señor y Salvador, te pedimos perdón por nuestros pecados y deseamos que nos moldees de acuerdo a tu santa voluntad, para continuar de tu mano bondadosa por el camino hacia la vida eterna.  Gracias por lo que hiciste por nosotros; eres el único digno de recibir toda adoración y gloria. Eres el Rey de reyes y Señor de señores.

Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: