No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias.Filipenses 4:6.
Lectura: Filipenses
4:4-9. Versículo del día: Filipenses
4:6.
MEDITACIÓN DIARIA
Si pusiéramos la
atención debida a este versículo, seguro que viviríamos más tranquilos. Pero no; somos dados a sufrir por problemas
pequeños o grandes, por igual. Sé que no
es fácil estar pasando por situaciones complicadas y voltear nuestros ojos a Dios
poniéndolo a Él de primero. Y mucho menos, decirle: ‘Señor, gracias’. Sin embargo, esto es lo que el Señor espera
de nosotros.
Cuando un niño se cae y
tropieza fuertemente al punto de sangrar, recurre a los brazos de papá o mamá
quienes inmediatamente hacen lo que sea por levantarlo y brindarle la atención
debida. Entonces consideremos que nuestro Papito amado lo hará mucho mejor con
nosotros. Por eso siempre debemos
recurrir a Él; que sea el primero en saberlo, el primero en atendernos con su
consejo y sabiduría; y el primero en darnos la solución. Y no olvidemos darle
las gracias. Dios desea que aprendamos a
ser agradecidos. Además es una orden: “den
gracias a Dios en toda situación” (1 Tesalonicenses 5:18). Así las cosas no
salgan como queremos o no se resuelvan a nuestro favor, nuestro deber es dar
gracias. Dios, quien tiene la batuta,
bien sabrá el porqué de ese suceso.
Amado Señor: Nos
presentamos delante de ti con necesidades físicas, emocionales, espirituales y
económicas. Descargamos todo el peso que
ellas nos producen en tu regazo, porque sabemos que deseas lo mejor para
nosotros y estás interesado como buen Padre, en el bienestar nuestro. Te damos gracias, cualquiera que sea la
respuesta que nos dispongas y exaltamos tu nombre por siempre.
Un abrazo y
bendiciones.
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