No es que ya lo haya conseguido todo, o que ya sea perfecto. Sin embargo, sigo adelante esperando alcanzar aquello para lo cual Cristo Jesús me alcanzó a mí.Filipenses 3:12.
Lectura: Filipenses 3:12-21. Versículo del día: Filipenses 3:12.
MEDITACIÓN DIARIA
Si el apóstol Pablo que
era un erudito en las Escrituras y que tuvo un encuentro directamente con el
Señor cuando lo llamó a su ministerio, decía muy claramente que no era
perfecto, con mayor razón nosotros que no somos tan versados ni tan entregados
a su obra: “Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien, una
cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está
delante” (v. 13). Sin embargo, nosotros tenemos la obligación de esforzarnos cada
día más; de buscar la excelencia hasta alcanzar la meta para recibir el
galardón que el Señor nos tiene preparado (v. 14).
En ocasiones se nos
tilda o reprocha porque también caemos como cualquier humano, sin tener en
cuenta que a pesar de ello ya hemos sido justificados por la sangre de Cristo.
Siempre lo he dicho: podemos caer pero no nos quedamos en el suelo. De ahí tan
importante la confesión inmediatamente nos damos cuenta que hemos fallado. “En
todo caso, vivamos de acuerdo con lo que ya hemos alcanzado” (v. 16).
Esforcémonos en olvidar
lo que queda atrás; no permitamos que las situaciones de malos momentos hagan
huella en nuestro corazón. Somos
ciudadanos del cielo, no de esta tierra, y allí anhelamos recibir a nuestro
Salvador Jesucristo (v. 20). Busquemos la
excelencia, no la perfección.
Amado Señor: Te damos
gracias porque aun sabiendo que somos imperfectos, siempre estás dispuesto a
levantarnos y proseguir la marcha hasta encontrar la meta de la patria
celestial. Gracias porque tú, que
empezaste tan buena obra en cada uno de nosotros, la terminarás hasta el final.
Un abrazo y
bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario