Destruimos argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevamos cautivo todo pensamiento para que se someta a Cristo.2 Corintios 10:5.
Lectura: 2 Corintios
10:1-18. Versículo del día: 2 Corintios
10:5.
MEDITACIÓN DIARIA
El altivo no busca el
rostro del Señor. Su corazón se endurece como el del Faraón y se considera por
encima de Dios (Éxodo 5:2). Cada día es
más grande la impiedad e injusticia de los seres humanos, que destruyen la
verdad. Pueden decir que conocen a Dios
porque lo han visto dentro de su misma creación, pero se extraviaron en sus
propios razonamientos y se volvieron necios (Romanos 1:18-23).
Nosotros como
cristianos debemos destruir todo consejo, argumento, especulación y
razonamiento altivo que se levante en contra de nuestra fe; en contra de la
ciencia de Dios. Y todo pensamiento que nos cause heridas o confusión, dice el
apóstol: llevarlo cautivo para que se someta a la obediencia de Cristo.
A veces consideramos a
los del mundo eruditos; demasiado instruidos y creemos que no tenemos cómo
combatirlos. Es una mentira que nos mete
el enemigo para no dejarnos sentar nuestra posición. Los criterios humanos no pueden derrumbarnos
porque tenemos la verdad. Dice Pablo que aunque estemos en el mundo, no luchamos
como lo hacen ellos. Las armas de nosotros tienen el poder divino de derribar
fortalezas (vv. 3 y 4 en la lectura).
Así que si no queremos
dejarnos burlar por los que consideramos ‘sabios’; empecemos por estudiar y
aprender la Palabra de Dios, seguros de saber, que siempre tendremos su
respaldo y vamos ante ellos con la verdad. Recordemos siempre que Dios humilla
a lo altivos y da gracia a los humildes (Santiago 4:6).
Amado Dios y Señor:
Venimos ante ti para pedirte que nos des el denuedo necesario para no dejarnos
llevar vanamente por todos aquellos que quieren vituperar tu nombre. Llénanos de tu Santo Espíritu y permite que
tengamos la sabiduría tuya y el dominio propio para ser capaces de enfrentar a
los altivos de corazón y que desean destruir todo conocimiento tuyo. Gracias
buen Señor.
Un abrazo y
bendiciones.
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