No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo si no nos damos por vencidos.Gálatas 6:9.
Lectura: Gálatas
6:1-10. Versículo del día: Gálatas 6:9.
MEDITACIÓN DIARIA
No podemos cansarnos de
ser benignos, bondadosos, colaboradores; de dar amor y de ser misericordiosos. No podemos dejar que la rutina nos aburra de
hacer el bien. Tampoco podemos
confundirlo con decir a todo ‘si’, porque cuando no se puede, pues no se puede;
pero en cuanto esté a nuestro alcance, buscar hacer siempre el bien. Por eso debemos cuidarnos en no herir con nuestras palabras;
debemos ofrecer disculpas cuando hemos ofendido; debemos regalar una sonrisa o
un abrazo cuando se tenga la oportunidad de hacerlo. Todo esto nos ayudará a sembrar para el
espíritu y como dice el versículo: “a su debido tiempo cosecharemos si no nos
damos por vencidos”.
A veces el tiempo y las
circunstancias bajan nuestro ánimo y nos ensimismamos en nuestros problemas sin
tener en cuenta que a nuestro alrededor hay otros en peores condiciones que necesitan
un estímulo o apoyo. Así estemos con el ánimo por el suelo o estemos en el peor
momento busquemos siempre hacer el bien, a pesar de… Sí; a pesar de que nos
hayan ofendido o que se nos critique por actuar así. “Porque ésta es la voluntad de Dios: que,
practicando el bien, hagan callar la ignorancia de los insensatos” (1 Pedro 2:15).
Al final, a quien tenemos que rendir
cuentas es a Dios y no a los hombres. David
tuvo que enfrentar situaciones en las que perfectamente podía haber elegido
hacer el mal, pero prefirió actuar correctamente y no dejarse llevar por el
mal. Más bien ante estos hechos iba y desbordaba
su corazón ante Dios y dejaba en sus manos su desagravio. Recordemos que el
Señor dice: “Mía es la venganza, yo pagaré” (Romanos 12:19). Y si las cosas por hacer el bien se agravan
más, pues no temamos; “es preferible sufrir por hacer el bien que por hacer el
mal” (1 Pedro 3:17).
Amado Señor: Tú eres la
muestra de amor por excelencia y diste tu vida por nosotros a pesar de ser tan
impíos como lo somos. Enséñanos esta
virtud tuya para que la arraiguemos en nuestro corazón y siempre podamos
ofrecerle a nuestro prójimo el amor y la bondad que ya hemos experimentado
contigo.
Un abrazo y
bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario