¡Pero tengan cuidado! Presten atención y no olviden las cosas que han visto sus ojos, ni las aparten de su corazón mientras vivan. Cuéntenselas a sus hijos y a sus nietos.Deuteronomio 4:9.
Lectura: Deuteronomio
4:1-40. Versículo del día: Deuteronomio
4:9.
MEDITACIÓN DIARIA
Moisés les está
recordando a los israelitas los preceptos y advertencias que el Señor les dejó
antes de ir a poseer la tierra prometida.
Desde su salida de Egipto y su travesía por el desierto, Dios se les
manifestó de una forma y otra como para que ellos pudieran contemplar su gloria
y pusieran sus ojos firmemente en quien habían creído. De igual manera, es una lección para nosotros
ya que también cruzamos desiertos áridos y tormentosos, pero siempre guiados
por el Señor que lleva a feliz término cualquier trayecto recorrido, por más difícil que parezca.
También podemos dar
testimonio de su poderío y majestad sacándonos avante ante la adversidad. Nunca se nos puede olvidar lo que el Señor hace
a diario con nuestras vidas. Por eso, a pesar de lo difícil que estemos
recorriendo, lo mejor sería preguntarle al Señor ‘¿para qué?’, y dejar a un
lado la queja con los ‘¿por qué?’. Quizá
la mucha turbulencia no nos permitirá ver con claridad su propósito en ese
momento, pero con el tiempo nos percataremos
de cuántas cosas nos guardó nuestro buen Dios, si no hubiese sucedido esa
circunstancia.
Todo esto se convierte
en motivo de alabanza y adoración para el Señor y servirá para que los que
vienen detrás nuestro, entiendan la soberanía, grandeza y poder del Dios en quien
hemos creído. No podemos callar; hay que
hablar y contar todos los testimonios que han enmarcado nuestras vidas, por
pequeños que consideremos que son. “Reconoce y considera seriamente hoy que el
Señor es Dios arriba en el cielo y abajo en la tierra, y que no hay otro” (v.
39).
Amado Dios y Padre: Te
damos gracias por las angustias que han rodeado nuestras vidas, porque a través
de ellas hemos visto tu mano poderosa levantarse para decirnos que no estamos
solos. Sin estas aflicciones, nunca
hubiéramos podido contemplar tu gloria ni tener la certeza de saber que eres el
Omnipotente y Soberano Señor.
Un abrazo y
bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario