¡Levántate, Señor! ¡Levanta, oh Dios, tu brazo! ¡No te olvides de los indefensos!Salmo 10:12.
Lectura: Salmo
10:1-18. Versículo del día: Salmo 10:12.
MEDITACIÓN DIARIA
Los hechos ocurridos en
estos últimos días en mi país, me hacen reflexionar y también clamar como el
Salmista para decirle al Señor: ¡Levántate, levántate Señor! Tal pareciera que
la justicia aquí no existiera y no hay derecho a que acaben con la vida,
especialmente de jóvenes, a costa de quemarlos con ácidos sobre su cuerpo. ¡Hasta dónde ha llegado la maldad! Ya da miedo salir por las calles de la
ciudad, porque sea por A o sea por B, se está expuesto a una barbarie de esta
especie. Es tal como dice el Salmo: “Llena
está su boca de maldiciones, de mentiras y amenazas; bajo su lengua esconde maldad y violencia. Se
pone al acecho en las aldeas, se esconde
en espera de sus víctimas, y asesina a mansalva al inocente” (vv. 7-8 en la
lectura).
Sé con absoluta certeza
que el Señor no tiene favoritismos con nadie (Hechos 10:34). Sé que Él es soberano e inmutable; su amor no
cambia y su compasión no tiene límites.
Más no puedo ser hipócrita y de mi corazón brota rabia, impotencia y tristeza; igual que el salmista también levanto mi
voz y grito: “¡Levántate, Señor! ¡Levanta, oh Dios, tu brazo! ¡No te olvides de
los indefensos! ¿Por qué te ha de menospreciar el malvado? ¿Por qué ha de pensar que no lo llamarás a
cuentas?” (vv. 12-13).
Amado Señor: Tú nos
mandas a darte las gracias por lo bueno y lo malo, y ahora así lo hacemos. Enséñanos a perdonar con corazón sincero
porque solo Tú que eres Sabio y Soberano sabes para dónde nos quieres llevar o
hasta dónde permitirás que el enemigo siga haciendo estragos. No solo te pedimos
por todas estas víctimas sino también por los agresores. Permite que unos y
otros te conozcan y lleguen hacia ti:
arrepentidos, humillados y clementes para perdonar.
Un abrazo y
bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario