sábado, 26 de abril de 2014

Nuestro testimonio: Torre fuerte




—Sea por poco o por mucho —le replicó Pablo—, le pido a Dios que no sólo usted, sino también todos los que me están escuchando hoy, lleguen a ser como yo, aunque sin estas cadenas.  
 Hechos 26:29.


Lectura: Hechos 26:1-32.  Versículo del día: Hechos 26:29.

MEDITACIÓN DIARIA

Lo que Dios hace en nuestra vida diariamente vale mucho.  Nuestro testimonio es una torre fuerte no solo en momentos de angustia y de amargura, sino también cuando estamos compartiendo a otros la Palabra.  Pesa, porque es nuestra propia experiencia.  Igual que Pablo todos tenemos un antes para contar, como un después.  Pablo, les relata al gobernador Festo y al rey Agripa el momento de su conversión, cuando el mismo Señor se le reveló diciéndole “¿Por qué me persigues?” (v. 14).  Quizá a la mayoría, no nos sucedió tan vivencialmente como al apóstol, pero estoy convencida que a lo largo de esta carrera vertiginosa de la mano del Señor, su gloria se ha manifestado, no una, sino muchísimas veces más. 
Cuando podemos hablar en primera persona sobre sus maravillas, muy seguramente otros tantos dirán igual que el rey Agripa: “—Un poco más y me convences a hacerme cristiano” (v. 28).  Tal vez, tampoco sepamos si eso ayudó para su conversión. El caso es que la Palabra de Dios no regresa vacía; cumplirá el propósito de Dios en cada uno (Isaías 55:11).
Mi clamor a través de estos devocionales se asemeja al de Pablo: quiera Dios que por poco o por mucho, este mensaje toque tu corazón y llegues al convencimiento de su verdad.  No solo tú que lo lees; sino todos los que te rodean de igual forma: lo reciban, lo crean y lo vivan.

Amado Señor: Muchas gracias porque tu bendito Nombre se ha exaltado a través de tu poder desplegado en mi vida. No permitas Señor que mi boca calle y se canse de contar tu grandeza. Lléname de tu Santo Espíritu para tener el denuedo de compartir y que por mi testimonio, ellos también crean y se conviertan a ti.

Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: