lunes, 13 de enero de 2014

¿Estamos, o no estamos?




El que no está de mi parte, está contra mí; y el que conmigo no recoge, esparce. 
Mateo 12:30.


Lectura: Mateo 12:22-37.  Versículo del día: Mateo 12:30.

MEDITACIÓN DIARIA

Una muestra más en esta frase, de lo que significa seguir al Señor.  ¿O estamos o no estamos?  Mediocres, tibios o indecisos no nos quiere el Señor.  Él desea de nosotros una persona integral; la que está con Él cuando las circunstancias van bien o cuando se tornan totalmente difíciles. Por eso, cualquier cosa que hagamos debemos ponerle el mayor empeño; la mejor solicitud.  Al Señor le gustan las cosas de manera excelente. 
Como estamos tan acostumbrados a hacer todo a medias, entonces, lo mandado es apenas como para pasar; las verdades se tornan en mentiras porque son también a medias y una verdad a medias no es más que una simple mentira.
No podemos decir que estamos con Jesús, si aun nos dejamos arrastrar por el mundo; si nos importa muchísimo más el hacer ‘mi voluntad’ antes que la suya.  Si vamos a la iglesia pero inmediatamente salimos a despotricar de los demás. Si decimos que confiamos en sus promesas, pero lo primero que leemos es el horóscopo o se le tiene a Dios mismo como el agorero de turno.  ¿Cuántas personas no tienen sus Biblias abiertas en sus casas y en un lugar visible, en el Salmo 91 solamente como un fetiche o agüero? Yo personalmente he visto muchas. 
Pero no vayamos solamente a eso: reflexionemos sobre lo que decimos acerca de políticos y corruptos, ¿somos diferentes?  O ¿Robamos también lo que le corresponde al gobierno como impuestos y demás? A Dios mismo, ¿le damos lo que le pertenece?   ¿Con nuestro tiempo laboral somos honestos? Definitivamente nos llegó la hora de mirar la paja que hay en nuestro ojo, antes de mirar la de los demás. ¿Estamos con el Señor, o es simplemente de palabra o por demostrar algo que en realidad no vivimos? Miremos lo que nos dice el mismo Señor: “Conozco tus obras; sé que no eres ni frío ni caliente. ¡Ojalá fueras lo uno o lo otro!” (Apocalipsis 3:15).
Roguémosle al Espíritu Santo que nos muestre en qué aspectos estamos fallando para pedirle perdón al Señor, retomar el buen camino y poder decir en verdad que estamos con Él.

Amado Señor: Gracias por mostrarnos nuestras debilidades y pecados. Te pedimos nos perdones por tantas veces que te hemos mentido diciendo que somos tuyos y en nuestro ser no hay más que resentimientos, odios, discordias y no obramos rectamente.  Permite que haya un cambio total en nuestros corazones, para que el mundo crea verdaderamente en ti y seamos portadores de amor, paz, responsabilidad y gestores de un mejor mañana contigo.

Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: