El que no está de mi parte, está contra mí; y el que conmigo no recoge, esparce.Mateo 12:30.
Lectura: Mateo 12:22-37. Versículo del día: Mateo 12:30.
MEDITACIÓN DIARIA
Una muestra más en esta
frase, de lo que significa seguir al Señor. ¿O estamos o no estamos? Mediocres, tibios o indecisos no nos quiere el
Señor. Él desea de nosotros una persona
integral; la que está con Él cuando las circunstancias van bien o cuando se
tornan totalmente difíciles. Por eso, cualquier cosa que hagamos debemos
ponerle el mayor empeño; la mejor solicitud.
Al Señor le gustan las cosas de manera excelente.
Como estamos tan
acostumbrados a hacer todo a medias, entonces, lo mandado es apenas como para
pasar; las verdades se tornan en mentiras porque son también a medias y una
verdad a medias no es más que una simple mentira.
No podemos decir que
estamos con Jesús, si aun nos dejamos arrastrar por el mundo; si nos importa
muchísimo más el hacer ‘mi voluntad’ antes que la suya. Si vamos a la iglesia pero inmediatamente
salimos a despotricar de los demás. Si decimos que confiamos en sus promesas,
pero lo primero que leemos es el horóscopo o se le tiene a Dios mismo como el
agorero de turno. ¿Cuántas personas no
tienen sus Biblias abiertas en sus casas y en un lugar visible, en el Salmo 91
solamente como un fetiche o agüero? Yo personalmente he visto muchas.
Pero no vayamos
solamente a eso: reflexionemos sobre lo que decimos acerca de políticos y
corruptos, ¿somos diferentes? O ¿Robamos
también lo que le corresponde al gobierno como impuestos y demás? A Dios mismo,
¿le damos lo que le pertenece? ¿Con nuestro tiempo laboral somos honestos? Definitivamente nos llegó la hora de mirar la
paja que hay en nuestro ojo, antes de mirar la de los demás. ¿Estamos con el Señor, o es simplemente de
palabra o por demostrar algo que en realidad no vivimos? Miremos lo que nos
dice el mismo Señor: “Conozco tus obras; sé que no eres ni frío ni caliente.
¡Ojalá fueras lo uno o lo otro!” (Apocalipsis 3:15).
Roguémosle al Espíritu
Santo que nos muestre en qué aspectos estamos fallando para pedirle perdón al
Señor, retomar el buen camino y poder decir en verdad que estamos con Él.
Amado Señor: Gracias
por mostrarnos nuestras debilidades y pecados. Te pedimos nos perdones por
tantas veces que te hemos mentido diciendo que somos tuyos y en nuestro ser no
hay más que resentimientos, odios, discordias y no obramos rectamente. Permite que haya un cambio total en nuestros
corazones, para que el mundo crea verdaderamente en ti y seamos portadores de
amor, paz, responsabilidad y gestores de un mejor mañana contigo.
Un abrazo y
bendiciones.
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