sábado, 1 de junio de 2013

La virtud excelente del amor




Ahora, pues, permanecen estas tres virtudes: la fe, la esperanza y el amor. Pero la más excelente de ellas es el amor”.  
1 Corintios 13:13.


Lectura: 1 Corintios 13:1-13.  Versículo del día: 1 Corintios 13:13.

MEDITACIÓN DIARIA

Nos es fácil decir que amamos; pero cuando vamos a la práctica, ¿será que sí ejercemos el amar, como el Señor nos lo manda? Personalmente creo que todos en un momento dado, fracasamos en nuestro empeño de practicarlo tal como nos lo enseña 1 Corintios 13.  
Veamos directamente de la Palabra de Dios, cómo es el amor que nos corresponde dar: “El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor. El amor no se deleita en la maldad sino que se regocija con la verdad.  Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta” (vv. 4-7).
No hacen falta palabras, ahí está completamente plasmado; y aunque lo veamos difícil de ese modo, ya es hora de empezar a trabajarlo.  El mismo Señor Jesús, al preguntarle el fariseo cuál era el mandamiento más importante, respondió: “Ama al Señor tu   Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu mente. Este es el primero y el más importante de los mandamientos.  El segundo se parece a éste: “Ama a tu prójimo como a ti mismo” (Mateo 22:37-39). Así que amar al prójimo no es cuestión de si queremos; es de obediencia.  Es tan trascendental para Dios que nos amemos, que no dudó en colocarlo como el segundo en su escala. 
Recordemos que nada de lo que hagamos tiene valor si no lo hacemos con el verdadero amor.

Amado Señor: Enséñanos a amar como tu nos amas: sin nada a cambio. Que podamos concientizarnos y entender que sin ofrecer ese amor, todo se convierte en una quimera, porque el amor lo supera todo.

Un abrazo y bendiciones.

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