Todos ustedes son hijos de Dios mediante la fe en Cristo Jesús.Gálatas 3:26.
Lectura:
Gálatas 3:10-29. Versículo del día: Gálatas 3:26.
MEDITACIÓN
DIARIA
Todos
somos criaturas de Dios, pero no todos, sus hijos. El hombre fue creado para
que tuviera una relación perfecta con Dios, pero debido a su desobediencia esta
relación se perdió. Dios prometió desde entonces, un Redentor para volver a
restablecer dicha relación. Para ser hijos de Dios, tenemos que revestirnos de
Jesucristo. Fijémonos en lo que dice la Biblia al respecto: “Mas a cuantos lo recibieron, a los que
creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios” (Juan 1:12).
Cuando
aceptamos al Señor en nuestras vidas, aceptamos lo que hizo en la cruz por
nosotros. Somos conscientes de que Él
vino a pagar por todos los pecados y su rescate fue con el fin de adoptarnos
como hijos de Dios (Gálatas 4:5). Por
otro lado, el Señor Jesús entra a gobernar nuestra vida y con Él juntamente lo
hacen el Padre y el Espíritu Santo. Es
precisamente el Espíritu de Dios, quien nos convence de pecado (Juan 16:8), nos
guía por la senda correcta (Romanos 8:14); y testifica a nuestro espíritu que
somos hijos de Dios (Romanos 8:16).
Como
conclusión: Nos convertimos en sus hijos cuando somos salvos. Y ahora que ya
entendemos que somos hijos de Dios, comportémonos como tales. Si recibimos al
Señor Jesucristo por fe (Efesios 2:8), entonces, de igual modo, empecemos a vivir:
“Por eso, de la manera que recibieron a Cristo Jesús como Señor, vivan ahora en
él, arraigados y edificados en él, confirmados en la fe como se les enseñó, y
llenos de gratitud” (Colosenses 2:6-7).
Amado
Señor Jesús: Gracias por habernos redimido y restablecido la relación con Dios
Padre. Gracias porque ahora gozamos de todos los privilegios como sus hijos que
somos. Enséñanos a revestirnos de ti para glorificar tu nombre y que seas
exaltado por el testimonio nuestro.
Un
abrazo y bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario