Por tanto, no nos desanimamos. Al contrario, aunque por fuera nos vamos desgastando, por dentro nos vamos renovando día tras día.2 Corintios 4:16.
Lectura: 2 Corintios 4:1-18. Versículo del día: 2 Corintios 4:16.
MEDITACIÓN DIARIA
Ahora que el mundo se encamina hacia
un culto a la belleza y pareciera que en cada publicidad se leyera: “no
envejezca”, influenciando con ello no solo a las mujeres sino también a los
hombres, es de gran provecho el versículo del día.
Todos pasamos por las diferentes
etapas de la vida y hay que aprender a asumirlas de manera responsable y
objetiva. No se puede pretender que una
mujer madura se comporte como adolescente y tome una posición que no va de
acuerdo con su edad. Tal como crecemos
físicamente, también vamos creciendo emocional y espiritualmente; y esto es
para hombres y mujeres igualmente.
Así que lo más importante es en estos
casos, no dejar envejecer el corazón.
Las actitudes nuestras, son las que en últimas, nos van a dar el goce de
la vida. Una relación personal con Dios,
sabiendo que Él es el creador y que estamos en sus manos, es un remedio
espectacular. Es muy satisfactorio saber
hasta dónde llega el amor de nuestro Dios: ¿Queremos vernos y sentirnos más
jóvenes? “él colma de bienes tu vida y te
rejuvenece como a las águilas” (Salmo 103:5). ¿Sentirnos con nuevas
fuerzas? “Aun los jóvenes se cansan, se fatigan, y los muchachos tropiezan y caen; pero los que
confían en el Señor renovarán sus fuerzas; volarán como las águilas: correrán y
no se fatigarán, caminarán y no se cansarán” (Isaías 40:30-31).
Esta son unas de las garantías que
poseemos cuando le entregamos la vida al Señor con sinceridad y confiamos en lo
que nos dice su Palabra; cuando le amamos y seguimos. Las fórmulas están en nuestras manos
y al alcance de todo bolsillo; no hay por qué desanimarse. Solo hay que
buscarle y seguirle.
Amado Señor: Te damos gracias porque
eres Tú, quien haces resplandecer el rostro; eres Tú quien sostienes al débil. Permite que siempre te miremos rectamente sin
desviarnos y gozar de todos los privilegios que nos das. Queremos ser como
águilas renovándonos día a día, pero no solamente de cuerpo sino de espíritu
también.
Un abrazo y bendiciones.
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