miércoles, 12 de junio de 2013

Sembrar en oración




Recuerden esto: El que siembra escasamente, escasamente cosechará, y el que siembra en abundancia, en abundancia cosechará. 
2 Corintios 9:6.
 
Lectura: 2 Corintios 9:6-14.  Versículo del día: 2 Corintios 9:6.


MEDITACIÓN DIARIA

Estoy convencida que en todas las áreas de nuestra vida tenemos que aprender a sembrar. Sí, aquí el versículo se refiere especialmente a la parte monetaria, porque sobre eso estaba hablando el apóstol.  Sin embargo, hay que sembrar amor, amabilidad, servicio, y algo que considero importante: sembrar oración. 
Lo anterior lo digo con base a lo sucedido no solo conmigo sino con  mi familia. Cuando hemos pedido oración por equis problema, especialmente de salud, ha sido asombroso como todos se han volteado a orar por esa necesidad y cómo nuestro buen Dios y Papito celestial, ha respondido.  ¡Él es Inigualable!
Les comparto la angustia por la enfermedad reciente de mi esposo y el saber que muchos de ustedes se unieron en oración porque el Señor obrara un milagro.  Los primeros exámenes mostraban un cuadro nada halagador, con varios órganos comprometidos. Sabíamos que nos quedaba la mano del que todo lo puede, y a todos cuantos pudimos les pedimos unirse en oración por un milagro y este sucedió: ayer, el último examen arrojó muy buenas noticias. La gloria sea para el Señor quien es el único Dios Salvador y Sanador por excelencia. Fuera de Él no existe nadie más.  Muchos dirán: “los primeros los tomaron mal”; “los médicos no supieron leerlos” y especularán con muchas otras objeciones, por no querer darle el honor al Señor.  Nosotros sabemos que así no fue: no fue un examen ni dos, fueron muchos; no fue un solo médico quien dio su pronóstico, fueron otros versados en el tema. Los gigantes que el enemigo ha puesto para desestabilizarnos fueron vencidos y la victoria es el Señor. ¡Gloria a Dios!

Amado Señor: Infinitas gracias te damos, porque una vez más has demostrado tu amor y fidelidad hacia tus hijos.  Toda la honra gloria y honor son para Ti, quien eres el único digno de recibirla.

Gracias por sus oraciones. Un abrazo fraternal y mil bendiciones.

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