Estoy convencido de esto: el que comenzó tan buena obra en ustedes la irá perfeccionando hasta el día de Cristo Jesús.Filipenses 1:6.
Lectura: Filipenses 1:1-11.
Versículo del día: Filipenses 1:6.
MEDITACIÓN DIARIA
A veces, cuando veo a una persona que conoce del Señor y ha
recibido instrucción cristiana pero da marcha atrás, viene a mi memoria este
versículo, el cual es de gran aliciente y esperanza. Indudablemente, el Señor terminará la buena
obra comenzada. ¿Cuándo? Ni modo de
saberlo. Solamente el Señor sabe los tiempos de cada uno, y el consuelo que nos
queda es que si dijo que la terminaría, lo hará; la irá perfeccionando hasta el
día de Cristo Jesús. El Señor cumplirá su propósito, porque su amor perdura para
siempre; y mi clamor es como el de David: “¡No abandones la obra de tus manos!”
(Salmo 138:8). Tampoco sé, qué
situaciones adversas tendrá que soportar esa persona para que llegue a entender
el gran amor de Dios; pero si le pido al Señor que no renuncie a su obra; muy
seguramente irá remodelando ese barro, hasta convertirlo en la vasija de su
gusto (Jeremías 18:4).
Al respecto oraré también como Pablo pidiendo que el amor de
Cristo abunde cada vez más en conocimiento y el buen juicio en ella, para que
discierna lo que es mejor, y sea pura e irreprochable para el día de Cristo, llena
del fruto de justicia que se produce por medio de Jesucristo, para gloria y
alabanza de Dios (vv. 9-11). Yo sé que ese día va a llegar y su vida será de
gran testimonio para muchos que conocieron su rebeldía y desamor.
Amado Señor: Gracias porque somos vasijas de barro fundidas
por tu mano divina. Señor, todos
necesitamos continuamente dejarnos moldear, hasta completar la obra perfecta
que deseas de nosotros. Gracias porque Tú terminas lo que empiezas y creo,
confieso y declaro que es así. Gracias porque no importa el barro que nos
rodea, si por dentro tenemos el mayor tesoro que eres Tú.
Un abrazo y bendiciones.
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