Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor por nosotros, nos dio vida con Cristo, aun cuando estábamos muertos en pecados. ¡Por gracia ustedes han sido salvados!Efesios 2:4-5.
Lectura: Efesios 2:1-22.
Versículos del día: Efesios 2:4-5.
MEDITACIÓN DIARIA
Nadie, absolutamente nadie puede decir que será salvo por sus
propios medios porque no es así. La
infinita misericordia de Dios y su amor por nosotros, permitió que a través de
su Hijo Jesucristo alcanzáramos la salvación. Lo dice claramente el versículo: “aun cuando estábamos muertos en pecados”. Muchos se creerán muy buenos y que no han
cometido pecado alguno, pero la Biblia dice que: “todos han pecado y están privados de la gloria de Dios” (Romanos
3:23). No hay pero que valga; el hombre
no puede salvarse por sí solo. Si
considera que haciendo buenas obras, no
haciéndole mal a nadie, buscando a Dios a través de sacrificios, religiones o
filosofías va a conseguir la salvación, está completamente errado. “esto no procede de ustedes, sino que es el
regalo de Dios, no por obras, para que nadie se jacte” (vv. 8-9 en la
lectura). La gracia, es un regalo, un don de Dios.
Ninguno de estos métodos sirve en modo alguno. La única solución para el hombre pecador es
Jesucristo. Cuando el hombre entiende el sacrificio del Señor Jesucristo y admite
lo hecho por Él en su favor, entiende el amor maravilloso de Dios: “Pero Dios demuestra su amor por nosotros en
esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros”
(Romanos 5:8); y es que ahí está el detalle: no es el hombre tratando de llegar
a Dios, sino Dios mismo llegando al hombre. Por eso no dudó en entregar a su
Hijo al mundo. Cristo Jesús, es el
puente que nos dirige hacia Dios Padre; y cuando aceptamos cruzar ese puente, se
convierte en una relación personal; en un mejor estilo de vida que identificará
al nuevo creyente.
Si aun no has decidido atravesar el puente, te invito a que
lo hagas. No te arrepentirás de ello y serán muchísimas las bendiciones que
empezarán a llover en tu vida, empezando por tu salvación. Si es tu deseo
podemos orar así:
Amado Señor Jesucristo: Ahora entiendo que eres el puente
dispuesto por Dios para llegar al cielo.
Hoy reconozco lo que hiciste por mí en el Calvario y te entrego mi vida
para que perdones mis pecados. Ven a mí. Te acepto como mi Señor y Salvador
personal. Toma el trono de mi vida y hazme la persona que deseas que yo sea.
Amén.
Un abrazo y bendiciones.
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