viernes, 21 de junio de 2013

¿Caminando en el Espíritu o en la carne?




En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio. No hay ley que condene estas cosas. 
Gálatas 5:22-23.


Lectura: Gálatas 5:16-26.  Versículos del día: Gálatas 5:22-23.

MEDITACIÓN DIARIA

El fruto del Espíritu comienza con el amor, porque ante todo eso es Dios: amor. Considero que cada una de estas virtudes nos lleva en definitiva a ser completamente guiados y llenos del Espíritu. Por tanto, el amor nos conduce a estar alegres y esa alegría nos inunda de paz, paciencia, amabilidad y bondad.  El practicarlas, nos arrastra a ser fieles, humildes y con dominio propio.
¡Qué diferencia es caminar en el Espíritu! Sucede todo lo contrario a cuando seguimos los deseos de la carne: “Las obras de la naturaleza pecaminosa se conocen bien: inmoralidad sexual, impureza y libertinaje;  idolatría y brujería; odio, discordia, celos, arrebatos de ira, rivalidades, disensiones, sectarismos y envidia; borracheras, orgías, y otras cosas parecidas. Les advierto ahora, como antes lo hice, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios” (vv. 19-21).
Si somos hijos de Dios, comportémonos como tal.  Es hora de mirar por cuál corriente está dirigida nuestra vida: ¿Por la del Espíritu o la de la carne?  Si bien es cierto que el Señor nos va transformando día a día, también es cierto que nosotros debemos entregarle al Señor todas las áreas de la vida. Muchos creen que le han entregado todo, cuando no es así. Si en el corazón todavía existen odios, discordias, celos, arrebatos de ira, rivalidades o envidias, falta dejar que el Señor venga y tome esas áreas.  No se puede pensar en que se ama al Señor pero no se puede ver a equis persona. Dios es amor y el que no ama a su prójimo no ha conocido a Dios.

Amado Dios: Sabemos que enviaste a tu Hijo Jesús para que Él viniera a pagar por todos nuestros pecados y así lo creemos y confesamos. Ahora te pedimos que nos llenes con tu Santo Espíritu para que nos comportemos y obremos demostrando que vivimos plenamente llenos de Él. Perdónanos por no entregarnos completamente a ti y dejarnos arrastrar por la naturaleza pecaminosa, sin darte el espacio necesario para que cumplas tu obra regeneradora de manera total en nuestra vida.

Un abrazo y bendiciones.

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