Y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.Juan 8:32.
Lectura diaria: Juan
8:31-41. Versículo principal: Juan 8:32.
REFLEXIÓN
Hay muchas maneras de dejarnos
llevar por la esclavitud. Por lo general
se confunde libertad con libertinaje y de lo que el ser humano no se ha dado
cuenta, es que hacer todo lo que le venga en gana no es libertad; está obrando
de manera libertina. El Señor dice: “Ciertamente
les aseguro que todo el que peca es esclavo del pecado” (v. 34). En los
tiempos de ahora, la niñez, la juventud y por ende aún muchos adultos, han
establecido criterios que han desmoronado poco a poco la sociedad.
Hablando con mi tía en estos
días, me decía, respecto a la educación que ahora se implantaba, que estábamos
como estábamos porque ya no existía el respeto de antes. Me hacía ver cómo los padres anteriormente
podían castigar a sus hijos y los maestros reprenderlos (ella y sus hermanas al
igual que mi madre fueron docentes toda una vida), y no por esto quedar
traumatizados. Antes los valores se
inculcaban y los niños desde pequeños sabían para dónde iban y qué les esperaba
por lo menos en la formación moral, religiosa y civil. Se dejó de enseñar los cimientos que
construyen la sociedad y ya nada volvió a ser lo mismo; se habla y se repica en
noticieros, en alocuciones presidenciales, etc., frases como: “somos dueños de
nuestro cuerpo y con él podemos hacer lo que se nos antoje”. Entonces no se pueden prohibir el aborto ni
el consumo de drogas porque va en contra de la libre expresión y me pregunto ¿y
qué de las leyes dictadas por Dios? ¿No
va también su “libertad” en contra de los fundamentos creados por del Dios que
nos creó a su imagen y semejanza? No
somos dueños de nuestro cuerpo, somos administradores de él y tenemos que dar
cuenta al Amo de cómo lo hemos gobernado. ¿Acaso no saben que su cuerpo es
templo del Espíritu Santo quien está en ustedes y al que han recibido de parte
de Dios? (1 Corintios 6:19).
Dios también nos manda respetar a
todas las autoridades y aquí entran: padres, profesores, autoridades civiles,
eclesiásticas y militares: “Todos deben someterse a las autoridades públicas,
pues no hay autoridad que Dios no haya dispuesto, así que las que existen
fueron establecidas por él” (Romanos 13:1).
Infortunadamente ahora, tampoco se puede exigir respeto ni implementar
autoridad porque en el caso de niños y jóvenes se enseña que no se les puede
cohibir de nada porque se vulneran sus derechos; así que ellos pueden actuar a
su antojo. Hay que conocer a Jesús, Él nos ofrece completa libertad.
Los cristianos tenemos que exponer
también nuestros fundamentos y en esto estoy de acuerdo, muy de acuerdo con las
palabras expresadas por el excandidato de Estados Unidos, Mitt Romney: “Dios
salve a los Estados Unidos y que sus bases, sus fundamentos no sean removidos” (lo
digo parafraseando). Por mi parte, puedo
profesar también que mis fundamentos no son negociables porque son las bases
sobre las que está construida mi vida, mi familia y mi entorno, y son las que
constituyen la verdadera libertad.
Señor: Enséñanos a distinguir
claramente entre la verdadera libertad y el deseo del libertinaje. Permite que tu Santo Espíritu toque los
corazones de tantos que necesitan de ti, para que sus conceptos sean de acuerdo
a tu Palabra.
Un abrazo y bendiciones.
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