No te dejes vencer por el mal; al contrario vence el mal con el bien.Romanos 12:21.
Lectura diaria: Romanos
12:9-21. Versículo principal: Romanos
12:21.
REFLEXIÓN
En un mundo convulsionado y caído,
abunda la maldad por todas partes. Como
cristianos no podemos dejarnos arrastrar por lo que dicen o hacen los demás,
porque es ahí precisamente que Dios nos llama a ser testimonio vivos ante la
gente. Si bien es cierto que debemos
evitar las discusiones y discrepancias, también es necesario que sentemos
nuestra posición y demostremos quienes somos en realidad haciendo valer el bien
sobre el mal.
Nuestra actitud ante todo debe
ser de amor sincero (v. 9); recordando que Dios no puede con el pecado, pero
ama entrañablemente al pecador. De igual
manera debe ser nuestro comportamiento; aprendiendo a alegrarnos en las
victorias de los que triunfan y compartiendo las tristezas y penas de los que
sufren (v15). Si nos mostramos arrogantes,
altivos y orgullosos, estamos dejando por el suelo nuestra fe (v. 16).
Aprendamos entonces, a actuar con
humildad perdonando y pidiendo perdón; sin devolver mal por mal, ni dejando que
se formen raíces de amargura en el corazón por causa de malos entendidos, por
peleas y discordias, o por efectos de intolerancia. Tratemos al prójimo con respeto, amabilidad y
bondad; de este modo los dejaremos desarmados y ellos notarán la diferencia;
diferencia que es la que marca a todo aquel que ha nacido de nuevo con el Señor
Jesucristo, y la que nos guía a permitir que predomine el bien sobre el mal.
Amado Señor: Enséñanos a andar
como verdaderos hijos tuyos practicando el fruto completo del Espíritu Santo
para que los que no te conocen, sepan que eres un Dios de amor dispuesto a
recibir al pecador.
Un abrazo y bendiciones.
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