Derramaré mi Espíritu sobre tu descendencia, y mi bendición sobre tus vástagos, y brotarán como hierba en un prado, como sauces junto a un arroyo.Isaías 44:3c-4.
Lectura diaria: Isaías 44:1-5. Versículos principales: Isaías 44:3c-4.
REFLEXIÓN
Los padres y en especial las
madres, creo yo, sentimos mucha carga por nuestros hijitos. Cavilamos de pensamiento en pensamiento para
tratar de saber qué será de ellos en un futuro próximo o lejano. Nos
preguntamos cómo serán sus relaciones sentimentales y si llegaren a casarse
cómo actuarán. Son muchas las preguntas
que se nos vienen a la mente y nos inquietamos por esas cavilaciones que no son
más que eso, simples especulaciones que nos quieren atormentar. He aprendido a
descansar en el Señor llevando cautivo a Él todo pensamiento que me llega y a
declarar victoria sobre ellos.
Ahora bien, en esta lucha no me
encuentro sola; al contrario tengo un respaldo fuerte en Dios y su Palabra que
me lo confirma constantemente a través de sus promesas; y las del devocional de
hoy es una de ellas. “Uno dirá: ‘Pertenezco al Señor’; otro llevará el nombre
de Jacob, y otro escribirá en su mano: ‘Yo soy del Señor’, y tomará para sí el
nombre del Señor” (v.5). Llegará el
momento en que así los veremos.
Entonces, lo que nos corresponde
es tenerlos continuamente en oración y descansar en el Señor una vez se los
hallamos entregado. El Señor es fiel y
sabe exactamente cuando será el tiempo propicio para tocar sus corazones y
voltearlos hacia Él. La oración debe ser
constante así ellos estén en el camino del Señor: sean niños, jóvenes, adultos
o viejos; siempre debemos tenerlos junto con el cónyuge en primer plano en
nuestras devociones diarias. Los invito
a practicar esta sugerencia; nos da tranquilidad y a la vez nos anima a
aprender a reposar en los brazos de quien quiere lo mejor para sus hijos
Amado Señor: Gracias por tus promesas
que son fieles y verdaderas. Gracias porque nuestros hijitos están en tus manos y sabemos
que Tú nunca nos fallas y así no lo veamos, los tienes guardados para ti.
Un abrazo y bendiciones.
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