Si realmente escuchas al Señor tu Dios, y cumples fielmente todos estos mandamientos que hoy te ordeno, l Señor tu Dios te pondrá por encima de todas las naciones de la tierra.Deuteronomio 28:1.
Lectura diaria: Deuteronomio
28:1-14. Versículo principal:
Deuteronomio 28:1.
REFLEXIÓN
Muchas veces se pierden las
bendiciones porque no le obedecemos a Dios.
Dios es fiel y nunca cambiará de parecer; cuando obramos como Él nos lo
manda, tenemos una vida más tranquila y apacible. Las ricas bendiciones del Señor, están ahí;
solamente nos queda apropiarnos de ellas para vivir sosegadamente.
El Señor pone todo a nuestro
alcance, pero si nos olvidamos de Él y hacemos caso omiso a sus leyes, nada
sacamos con tener lo que tengamos porque no nos dará ningún fruto. Muchas personas trabajan y trabajan, sin
embargo, poco provecho se saca de tanto sudor y dedicación. Otros no alcanzan a recibir sus sueldos u
honorarios cuando ya se esfuman de sus manos.
Pienso que en estas situaciones hay que hacer un alto en el camino y mirar
que se está haciendo mal, porque esto no es normal.
Debemos preguntarnos: ¿cómo está
mi relación con el Señor? ¿Si está
ocupando el primer lugar en mi vida, o sería que lo cambié por el trabajo arduo
que Él mismo me entregó? ¿Le dedico un
tiempo al Señor y dejo en sus manos todos mis afanes y cargas? ¿Cómo manejo la relación con mi familia? ¿Administro
lo que me ha dado de acuerdo a su voluntad?
Son tantas las preguntas que nos podríamos cuestionar, si en verdad nos
examinamos con objetividad. Lo importante es la sinceridad con que lo
hagamos. “Reconócelo en todos tus
caminos y él allanará tus sendas” (Proverbios 3:6).
No tenemos por qué desaprovechar la dicha de gozar las ricas
bendiciones que están a nuestro alcance; si no estamos gozando de ellas, reflexionemos
sobre el tema y dejemos que sea el mismo Espíritu Santo quien nos muestre en
qué estamos fallando. “El Señor te
pondrá a la cabeza, nunca en la cola.
Siempre estarás en la cima, nunca en el fondo, con tal de que prestes
atención a los mandamientos del Señor tu Dios que hoy te mando y los obedezcas
con cuidado” (v. 13 en la lectura).
Amado Señor: No queremos perder
ninguna de tus bendiciones. Enséñanos a
cumplir tus mandatos de tal modo que no le demos cabida al enemigo para que
venga a arrebatarnos lo que ya nos pertenece.
Un abrazo y bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario