sábado, 19 de mayo de 2012

Sus caminos no son los nuestros


El corazón humano genera muchos proyectos, pero al final prevalecen los designios del Señor.  
 Proverbios 19:21.

Lectura diaria: Proverbios 19:1-29.  Versículo principal: Proverbios 19:21.

REFLEXIÓN

Muchas veces queremos hacer todo a nuestro modo y no tenemos para nada en cuenta a Dios.  Nos volvemos necios sin atender el consejo ni la corrección y empezamos a generar muchos proyectos sin la guía del Señor.  Entonces, por más que nos afanamos y queramos sacarlo a costa de lo que sea, siempre vamos a encontrar obstáculos que nos impedirán cumplir con el objetivo.  Quizá nos esté sucediendo como a Baal con su burra: no entendemos tanto tropiezo hasta que volteamos la mirada hacia el Señor y podemos vislumbrar con nuestros propios ojos  el camino equivocado por el que pretendíamos transitar.  Nadie puede interferir en lo que el Señor determina, ni detener su mano cuando ya la ha extendido (Isaías 14:27).
“El corazón del hombre traza su rumbo, pero sus pasos los dirige el Señor” (Proverbios 16:9).  Por eso es mejor encomendarle todo camino y estar siempre atentos a escuchar su voz.  Podemos proponer una cosa y Él disponer otra bien distinta.  Considero que esto lo hace el Superior no solo con el ánimo de disciplinarnos; también para que entendamos que nosotros somos parte de su soberanía y que no nos mandamos solos.
Como regla creo que debemos practicar el consejo del apóstol Santiago diciendo: “Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello” (Santiago 4:15).  ¿Cuántas veces no nos ha sucedido que tenemos planes para determinado día y nos quedamos como dicen por ahí: “con los crespos hechos”?  Yo personalmente he pasado por esas situaciones y sin ir muy lejos en mis planes jamás estaba el festejar el día de la madre retorciéndome de dolor en un hospital.  Pero definitivamente el Señor cada día nos enseña más.  Muchas veces pasamos por alto una lectura de la Biblia o un versículo hasta que llega el día en que nos toca y entendemos que en verdad, como en mi caso, Dios quería darnos la lección sobre algo nuevo.

Señor: Enséñanos a comprender tus decisiones y aceptar tus designios como lo mejor que quieres para nosotros.

Un abrazo y bendiciones.

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