jueves, 10 de marzo de 2011

Presentando al Cordero de Dios

¡Aquí tienen al Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo!
Juan 1:29b.


Lectura diaria: Juan 1:19-34. Versículo del día: Juan 1:29b.


ENSEÑANZA


Juan el Bautista fue comisionado para abrirle el camino al Señor; cuando los enviados por los fariseos le preguntaron si él era el Cristo que había de venir, les contestó con franqueza que no. Más adelante al ver a Jesús acercarse declaró: “¡Aquí tienen al Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo!”. Éste si es el Cristo, “un hombre que es superior a mí, porque existía antes que yo” (v. 30). No solo Juan le reconoce como Salvador personal, sino que está enseñándoles a todos acerca del Salvador del mundo del cual ni siquiera se cree digno de desatarle la correa de las sandalias (v. 27). Juan el Bautista, el más grande de los profetas sabía muy bien su misión y por qué había venido al mundo. Nos presenta a Jesús, el Hijo de Dios, encarnado en María la virgen y que “como cordero fue llevado al matadero; como oveja, enmudeció ante su trasquilador” (Is. 53:7b-c), para pagar Él la culpa de la humanidad y reconciliarnos con Dios. No hay fuera de Jesús, alguien que pueda perdonar pecados; es el único, porque nadie más se inmoló al punto de dar su vida en la cruz. Aprendamos a presentar a Jesús como lo hizo el Bautista: sin amagues ni preámbulos. Él es el Cordero de Dios, Salvador del mundo y quien ofrece vida eterna.


Asegúrate de creer en tu corazón que Jesús, es el Cristo. Aquí está; padeció, murió y resucitó para darte vida eterna. No se quedó en una tumba como algún otro líder. ¡Está vivo! Y desea vivir en las vidas de quienes le reconozcan. ¿Quieres aceptarle como el Cordero, sacrificado por ti? Te invito a hacer la siguiente oración:


Señor Jesús: Confieso que soy pecador y que fuiste tú quien pagaste el precio por mí. Te acepto como mi Señor y Salvador. Toma el control del trono de mi vida y hazme la persona que quieres que yo sea. Gracias por perdonar mis pecados y por darme la vida eterna. Amén.


Un abrazo y bendiciones.

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