lunes, 14 de marzo de 2011

La vida que nos da Jesús

Ciertamente les aseguro que el que oye mi palabra y cree al que me envió, tiene vida eterna y no será juzgado, sino que ha pasado de la muerte a la vida.
Juan 5:24.


Lectura diaria: Juan 5:16-30. Versículo para memorizar: Juan 5:24.


ENSEÑANZA


El amor de Dios por el hombre, se demuestra en su Hijo Jesucristo. Siendo su unigénito, no escatimó en dárnoslo para que por medio de Él, tengamos una nueva vida. Jesús vino a ofrecernos una vida completa y abundante (Jn. 10:10), una vida con un propósito definido. Una vida donde Él sea el centro y pueda desde ese trono canalizar los diferentes problemas que aquejan diariamente. El Evangelio de Juan, es el evangelio del amor. A través del evangelista, Dios nos hace saber cuánto nos ama y nos invita a conocer y recibir personalmente a Jesús, para empezar a gozar desde aquí, todos los beneficios que obtendremos como herencia, porque el que tiene al Hijo, tiene al Padre. Dios es amor y todo ese amor está dispuesto para quienes son sus hijos, además confiamos en el testimonio dado por Juan en su primera carta: “Dios nos ha dado vida eterna y esa vida está en su Hijo” (1 Jn. 5:12). Más adelante en esa misma carta Juan nos dice que por eso nos escribe a nosotros los que creemos en el Hijo, para que sepamos que tenemos vida eterna (1 Jn. 5:13). La vida eterna es el principal regalo que recibimos cuando aceptamos a Cristo Jesús como salvador personal. Es la certeza de que si morimos, vamos directamente a su presencia y no es por un día, ni semana, ni mes, es por toda la eternidad.


La mesa está dispuesta para ti; ¿quieres empezar a disfrutar como hijo de Dios? Te puedo guiar con una corta oración. Dile así:


Amado Jesús: Yo te necesito. Te abro la puerta de mi vida y te recibo como mi Señor y Salvador. Toma el control del trono de vida y perdona mis pecados. Hazme la persona que deseas que yo sea. Gracias Jesús por venir a morar conmigo, por perdonarme y limpiarme, por darme la vida eterna y todo el poder de tu Santo Espíritu, amén.


Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: