jueves, 24 de marzo de 2011

Su nombre es Dios celoso

No adores a otros dioses, porque el Señor es muy celoso. Su nombre es Dios celoso.
Éxodo 34:14.


Lectura diaria: Éxodo 34:1-28. Versículo para memorizar: Éxodo 34:14.


ENSEÑANZA


Nuevamente el Señor le dio a Moisés las tablas de la ley y como líder de Israel le dijo que echaría de su presencia a los amorreos, cananeos, hititas, ferezeos y heveos para entregarles la tierra prometida, pero que tuvieran mucho cuidado de llegar a hacer pactos con ellos, puesto que estos los desviarían y se irían tras otros dioses. Le ordenó derribar sus altares y hacer pedazos las piedras sagradas y las imágenes de la diosa Aserá (vv. 11-13). Esto tenía que transmitírselo al pueblo para que les quedara bien claro que el único Dios verdadero y clemente era Él. Dios, conociendo el corazón del hombre que es engañoso les vuelve a recalcar: “No te hagas ídolos de metal fundido” (v. 17). A lo largo de toda la Biblia, se compara siempre la relación del hombre con Dios de igual manera que existe en el matrimonio. Cada vez que dice “adulteraron contra mí” o “se prostituyeron”, se refiere a que el hombre se ha desviado del camino correcto y se ha inclinado hacia imágenes que nada tienen que ver con Él. El Salmo 135:15-18 dice:” Los ídolos de los paganos son de oro y plata, producto de manos humanas. Tienen boca, pero no pueden hablar; ojos, pero no pueden ver; tienen oídos, pero no pueden oír; ¡ni siquiera hay aliento en su boca! Semejantes a ellos son sus hacedores y todos los que confían en ellos”. Para Dios cualquier clase de idolatría es abominable y no creamos que simplemente se refiere a imágenes o altares; también podemos caer en idolatría cuando tenemos cualquier cosa o persona por encima de Dios: el auto, la casa, los hijos, los padres, el trabajo y aún la iglesia misma. Dios desea que toda adoración y pleitesía sea dada exclusivamente a Él porque es quien la merece como Creador, Redentor, Dios poderoso, misericordioso y clemente.

Si tienes alguna duda al respecto, te invito a que escudriñes las Escrituras; en cualquier versión de la Biblia, encontrarás lo mismo. Recordemos el primer mandamiento que nos enseñaron cuando pequeños: “Amar a Dios sobre todas las cosas” y el Señor Jesús lo rectificó: “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu mente… Este es el primero y más importante de los mandamientos” (Mt. 22:37-38).


Si este devocional te ha impactado y deseas conocer a Jesucristo como el Hijo de Dios vivo, único y verdadero, copartícipe con el Padre y el Espíritu Santo te invito a hacer la siguiente oración:

Señor Jesucristo, confieso que soy pecador y he pecado de diferentes maneras e incluso poniendo otros ídolos por encima de ti. Perdona mis pecados y ven a mi vida para cambiarme y limpiarme. Te acepto como mi Señor y Salvador. Reconozco que eres Dios y que viniste a morir en mi lugar. Gracias Jesús por hacerlo y por darme una nueva vida contigo. Enséñame a ensalzar tu nombre y a glorificarte cada día como el verdadero y único Dios que eres. Amén.


Un abrazo y bendiciones.

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