jueves, 8 de abril de 2010

Ahí tienes a mi Hijo

Luego dijo al discípulo: Ahí tienes a tu madre.

Juan 19:27.

Lectura diaria: Juan 19:17-30. Versículo del día: Juan 19:27.

ENSEÑANZA

María, la madre de Jesús, lo siguió por todo el camino hasta el sitio de la crucifixión, observando la pesada cruz que su amado hijo llevaba a cuestas. Considero lo difícil que debió ser para ella, no quitar ojo en las caídas, los latigazos y ver reflejado en su rostro tanto dolor soportado tan injustamente de aquel hijo que arrulló en sus brazos y con el que quizá corrió y jugó como cualquier madre lo hace con sus pequeños. ¡Dura carga vivida! Ahí está Jesús, crucificado en medio de dos malhechores y aún en su agonía no se olvidó de su progenitora: “Ahí tienes a tu madre”, le dice al discípulo a quién Él amaba, como diciéndole: “Por favor no la olvides, cuida de ella”. Esto fue lo que le tocó vivir a María, pero para ti, mujer madre ¿cuál es tu carga? ¿El desprecio de tus hijos? ¿La ingratitud o rebeldía? ¿Los vicios? ¿O quizá una terrible enfermedad al lado del ser que has dado a luz e impotente simplemente observas como cada día se desvanece su vida sin poder hacer nada para evitarle ese dolor? Sólo tú y Dios saben exactamente cuál es el problema. Sin embargo, ahí también está el Padre Celestial presto a decirte: “Mujer te entrego mi Hijo”. Sí, aquel sufrimiento que para María pareció injusto, se convierte por obra del sublime amor, en justicia para ti mujer madre doliente. Simplemente déjale tu pesada cruz a Aquel que la llevó por ti y Él se encargará de allanar tu camino. No será fácil: habrá espinas, blasfemias, dolores, azotes y muchas cosas más, pero te aseguro que con el Señor Jesús es más llevadera cualquier carga que llevemos en nuestras espaldas. ¡Para ti madre sufriente es el Hijo Amado de Dios! ¡Recibe este regalo sin merecerlo siquiera, del mejor de los padres: Papito Dios!

Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: