Hay caminos que al hombre le parecen rectos

Hay caminos que al hombre le parecen rectos, pero que acaban por ser caminos de muerte.

Proverbios 14:12.

Cuando le entregamos nuestra vida al Señor Jesús, estamos dirigiendo la mirada hacia el verdadero camino que es Él (Juan 14:6). El Señor a través de su Santo Espíritu es quien se encarga de guiarnos y de mostrarnos la dirección correcta, para que no desviarnos ni a izquierda ni a derecha. Nuestro andar debe ser recto y aprender a regirnos con base en los principios bíblicos. El verso 8 de este mismo capítulo de Proverbios dice: “La sabiduría del prudente es discernir sus caminos”.

Se escucha con frecuencia el dicho “todos los caminos conducen a roma” dando a entender que llevan a Dios. Esto no es verdad, pues solamente hay un camino para llegar a Dios y es a través de Jesucristo, quiera aceptarlo o no la persona, esta es la realidad y única verdad.

Bueno, pero dirás ¿Cómo puedo saber exactamente que voy por el camino correcto? Si no eres creyente va a hacer muy difícil el ir correctamente, aparentemente puede serlo, pero seguramente no te conducirá al final a nada bueno. Por tus propios medios no lo vas a lograr, necesitas un guía y ese es el Señor. Te aconsejo entonces, le entregues tu vida al Señor Jesús, el Espíritu Santo entrará a formar parte de ti y te guiará hacia toda verdad. Cuando empiezas una relación con Dios personal, Él va abriendo la senda por la que debes andar. Te hablará no solamente por medio de su Palabra “tu palabra…es una luz en mi sendero” (Salmo 119:105), sino que pondrá a tu alcance predicadores y pastores, o quizá utilizará las circunstancias y adversidades aunque te parezca paradójico. En la aflicción te habla y ¡de qué manera!

Decide ponerte en sintonía con Dios. Él se manifestará, no te dejará solo. Si le buscas, le hallarás. “Reconócelo en todos tus caminos, y él allanará tus sendas” Proverbios 3:6 Si te desviaste de ese camino y estás perdido, Él puede hacerte regresar. No te desanimes, son buenas noticias para ti. Hoy puede ser el día de la reconciliación con tu Dios y como el magnífico Padre que es, se alegrará al verte tornar de nuevo a sus brazos.

Un abrazo y bendiciones.