miércoles, 1 de julio de 2009

El Señor te pondrá por encima

El Señor ha declarado que te pondrá por encima de todas las naciones que ha formado, para que seas alabado y recibas fama y honra.

Deuteronomio 26:19.

¿A quién le dice el Señor estas palabras? Al pueblo de Israel. El patrimonio de Israel en su totalidad ha pasado a los cristianos. Nosotros somos el nuevo Israel de Cristo. En resumen, estas palabras son para ti y para mí. El Señor declara que te pondrá por encima, para que seas alabado y recibas fama y honra. En verdad, yo misma estoy asombrada. Hasta hoy capto esta promesa maravillosa y como se que soy su hija, Él como buen Padre no me defraudará.

Estoy convencida que Dios quiere darnos siempre lo mejor. Dios, al igual que un padre terrenal, nos demanda obligaciones para cumplir pero nosotros, no somos obedientes. Él ha puesto a nuestro alcance cantidad de bondades y nos ha provisto de bendiciones, sin embargo, somos ingratos y no acatamos sus mandamientos. En este mismo capítulo de Deuteronomio el verso 16 dice: “Hoy el Señor tu Dios te manda obedecer estos preceptos y normas. Pon todo lo que esté de tu parte para practicarlos con entusiasmo”. Específicamente aquí en Deuteronomio se habla de diezmos y primicias. Dios es el dueño de todo y si Él nos bendice, ¿por qué no podemos devolverle el diez por ciento de lo que nos da? Perdonen que les hable sobre este tema y les toque el bolsillo, pero no puedo pasar inadvertido lo que Dios pide de nosotros, para lograr recibir y no perdernos ninguna de sus bendiciones.

He conocido empresas que practican el diezmo y no solamente dan la décima parte sino aún mucho más. Estas empresas, quizá algunas con el convencimiento de dar porque sus dueños son cristianos o judíos o porque simplemente han querido comprobar lo que afirma Malaquías 3:10, dan testimonio de ello. Los judíos jamás dejan de diezmar, al igual que son fieles y responsables con los impuestos que pertenecen al gobierno; por consiguiente, son empresas prósperas que a pesar de crisis financieras siguen adelante porque Dios bendice su obediencia.

No creamos que solamente debemos ser obedientes con el dar, porque podemos volvernos insensatos y necios. “¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos hipócritas! Dan la décima parte de sus especias: la menta, el anís y el comino. Pero han descuidado los asuntos más importantes de la ley, tales como la justicia, la misericordia y la fidelidad. Debían haber practicado esto sin descuidar aquello”. Mateo 23:23. Así que nuestra obediencia a Dios es integral e incondicional.

No quiero que entiendan mal las cosas. Si no diezman o no dan, no van a perder la salvación por ello, simplemente se están perdiendo de recibir las sobreabundantes bendiciones que Dios tiene guardadas para sus hijos fieles como la promesa de Deuteronomio 26:19.

Recuerda: Si das, dalo con gozo, con alegría, porque Dios ama al dador alegre.

Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: