martes, 21 de julio de 2009

Este mensaje es digno de crédito y merece ser aceptado por todos

Este mensaje es digno de crédito y merece ser aceptado por todos: que Cristo Jesús vino al mundo a salvar a los pecadores…

1ª. Timoteo 1:15.

Pablo nos enseña en esta primera carta a Timoteo que la gracia del Señor es para todos. Nos manifiesta su ejemplo diciéndonos que con anterioridad él era blasfemo, insolente y un perseguidor sectario de los primeros cristianos. Sin embargo, Dios le tuvo misericordia y no sólo le demostró su amor sino que lo puso a su servicio para llevar el mensaje de salvación a los gentiles. El Señor lo usó de tal forma que, tanto tú como yo, somos creyentes por el legado dejado a través de Pablo.

Cristo Jesús vino al mundo “a salvar a los pecadores”. Precisamente, el mismo apóstol, reconoce que siendo tan pecador, Dios le hubiese puesto sus ojos encima de manera tan compasiva. Esto lo precisa a aceptar y proclamar el evangelio de Cristo como digno de crédito. “Entre más se perdona, más se ama”, porque “donde abunda el pecado sobreabunda la gracia”. Pablo entiende muy bien estas frases y es el amor por Cristo que lo obliga a no callar (2ª.Corintios 5.14), es decir: constriñe, impone, fuerza y exige a no quedarse en silencio y predicar a otros que Dios Padre como el mejor papá del mundo, nos ha mirado con amor y misericordia de tal modo que no vaciló en entregar a su Hijo Jesús para que viniera a morir por los pecadores.

Al igual que Pablo, le doy gracias a Dios por la fortaleza dada y por haberme hecho merecedora de confianza, al ponerme a su servicio (verso 12). Por eso, tampoco puedo callar y dejar de proclamar el nombre de nuestro amado Señor Jesucristo.

Si aún no has experimentado esa maravillosa experiencia, no tardes más. Dios te conoce perfectamente e incluso desde el vientre de tu madre ya te había mirado con amor. Él sabe todo lo tuyo: tus salidas y entradas; tus alegrías y tristezas; entiende tus nostalgias y sufrimientos. Sólo desea que hoy le permitas ser su amigo y buscarlo a través de Jesucristo. Para que no pierdas esta gran oportunidad, hoy, te invito a orar de la siguiente manera:

Señor Jesús, decido aceptarte en mi vida como Señor y salvador personal. Gracias por venir a morir en mi lugar y por perdonar todos mis pecados. Gracias por darme la vida eterna, hacer de mí una nueva creación y darme todo el poder de tu Santo Espíritu. Gracias también porque a través tuyo, puedo dirigirme a mi Papito Celestial con absoluta confianza y entender su inmensa grandeza y amor incomparables. En tu nombre Jesús, amén.

Un abrazo y bendiciones.

3 comentarios:

Blanca dijo...

Muy bonitos devocionales inspiran y motivan a seguir adelante, bendiciones deseo q Dios les use más para su gloria y edificación del cuerpo de Cristo. Amén

Blanca dijo...

Muy bonitos devocionales la gloria sea para Dios,son d inspiración y motivación al cuerpo d Cristo, bendiciones siga adelante!

Dora C. dijo...

Muchas gracias. Grandes bendiciones en tu vida.