Dios ha establecido mi casa; ha hecho conmigo un pacto eterno2ª. Samuel 23:5.
La fidelidad de Dios es inquebrantable. Dios siempre cumple sus promesas aunque a veces nos parece, por el afán, que se le olvidan, pero no. Él es Dios de palabra y no falla a lo pactado. Sucede con frecuencia, que su tiempo no es el nuestro; nunca llega antes ni después; sabe el momento preciso y por más que deseemos aligerar los lapsos, éstos no se van a presentar sino de acuerdo a su voluntad.
Si el Señor ya ha tomado el control del hogar, debemos descansar y tener la certeza que nuestro esposo(a) e hijos, así estén alejados, volverán nuevamente algún día, por el camino aprendido. Esta promesa de Dios para David, también es para los creyentes “ha hecho un pacto bien reglamentado y seguro” dice en la parte b del verso 5.
Si el caso es porque no todos en casa conocen al Señor Jesucristo como salvador personal, también debemos aferrarnos a su Palabra y a la de Hechos 16:31: “Cree en el Señor Jesús; así tú y tu familia serán salvos”.
De todas maneras, sea cual fuere la circunstancia, no te desanimes, Dios cumplirá su pacto. Quizá nunca llegues a ver lo ofrecido en vida pero que lo hará, lo hará. Moisés no llegó a gozar de la tierra prometida, sin embargo Dios cumplió y las generaciones que lo sucedieron, disfrutaron de ella.
Si estas orando por tu familia, no desmayes. Reclama la promesa constantemente, porque: “Dios hará que brote mi salvación y que se cumpla todo mi deseo” Verso 5c.
Un abrazo y bendiciones.
Si el Señor ya ha tomado el control del hogar, debemos descansar y tener la certeza que nuestro esposo(a) e hijos, así estén alejados, volverán nuevamente algún día, por el camino aprendido. Esta promesa de Dios para David, también es para los creyentes “ha hecho un pacto bien reglamentado y seguro” dice en la parte b del verso 5.
Si el caso es porque no todos en casa conocen al Señor Jesucristo como salvador personal, también debemos aferrarnos a su Palabra y a la de Hechos 16:31: “Cree en el Señor Jesús; así tú y tu familia serán salvos”.
De todas maneras, sea cual fuere la circunstancia, no te desanimes, Dios cumplirá su pacto. Quizá nunca llegues a ver lo ofrecido en vida pero que lo hará, lo hará. Moisés no llegó a gozar de la tierra prometida, sin embargo Dios cumplió y las generaciones que lo sucedieron, disfrutaron de ella.
Si estas orando por tu familia, no desmayes. Reclama la promesa constantemente, porque: “Dios hará que brote mi salvación y que se cumpla todo mi deseo” Verso 5c.
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