lunes, 6 de julio de 2009

Ama al Señor tu Dios, obdécelo y sé fiel a él

Ama al Señor tu Dios, obedécelo y sé fiel a él, porque de él depende tu vida

Deuteronomio 30:20.

El Señor en todo momento nos está recordando el mandamiento de amarlo y obedecerlo. Sin embargo nos cuesta trabajo cumplir lo mandado. “Este mandamiento que hoy te ordeno obedecer no es superior a tus fuerzas ni está fuera de tu alcance… ¡No! la palabra está muy cerca de ti, la tienes en la boca y en el corazón para que la obedezcas” versículos 11-14. Recordemos que de la abundancia del corazón, habla la boca y si la Palabra ya está sembrada simplemente debemos poner en práctica lo aprendido para no fallarle a nuestro Señor.

Dios nos da a elegir entre la vida y la muerte, entre el bien y el mal (versículo 15). Si cumplimos, escogemos vivir; si desobedecemos y nos desviamos, el Señor se encargará de destruirnos. Sin embargo, su misericordia es tan grande que si nos arrepentimos y volvemos nuevamente a Él, nos perdonará y restaurará “cuando tú y tus hijos se vuelvan al Señor tu Dios, y le obedezcan con todo el corazón y con toda el alma, tal como hoy te lo ordeno, entonces el Señor tu Dios restaurará tu buena fortuna y se compadecerá de ti” versos 2-3.

Proverbios 6:23 nos enseña que el mandamiento es una lámpara, la enseñanza una luz y la disciplina el camino a la vida. Eso es lo que Dios desea de nosotros, ser lámparas que brillemos por el camino de la vida. No es difícil el obedecer, simplemente es cuestión de disciplina. Cuando amamos a una persona, queremos agradarle por todos los medios y no hacerla sufrir, de igual manera el amor a Dios debe ser tal que siempre deseemos enaltecerlo con nuestros actos de obediencia. Jesús mismo, nos recuerda que el mandamiento más importante es amar al Señor con todo el corazón, con toda el alma, con toda la mente y con todas las fuerzas. Este amor debe ser el motor que nos obligue a desear una vida próspera en todas las áreas, obedeciendo sus mandamientos y enseñando a otros el camino de la salvación.

Un abrazo y bendiciones.

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