miércoles, 15 de octubre de 2014

Nuestro temperamento controlado por el Espíritu




La respuesta amable calma el enojo, pero la agresiva echa leña al fuego. 
Proverbios 15:1.


Lectura: Proverbios 15:1-33.  Versículo del día: Proverbios 15:1.

MEDITACIÓN DIARIA

No es fácil quedarnos callados cuando nos ultrajan y maltratan; sin embargo con el Señor se nos facilita ser prudentes y guardar silencio porque a pesar de las ofensas tenemos al que obra sobrenaturalmente en nosotros y todo lo podemos en Él (Filipenses 4:13).  En el versículo 18 vemos todo lo contrario; no es el que habla con pasividad, es aquel que es un fosforito y solo necesita un poquito de llama para prender fuego. Es el iracundo que está acostumbrado a provocar contiendas (v. 18a). Es muy difícil tratar de apaciguar el ánimo de un iracundo; puede buscar cualquier pretexto para empezar el pleito. La Biblia no dice que no nos airemos, pero sí que no nos dejemos llevar por la ira (Efesios 4:26), porque Dios sabe de antemano que si no nos controlamos podemos llegar a consecuencias graves. Hay entonces que buscar el fruto de la paciencia y el del dominio propio que nos regala el Espíritu Santo, porque el paciente en vez de echarle más leña al fuego, apacigua el enojo; y en vez de contestar con ira y sin pensar, medita sus respuestas (vv. 18b y 28a en la lectura).

Amado Señor: Solamente Tú puedes tratar con nuestro temperamento; te pedimos que nos llenes de tu Santo Espíritu para que de nuestros labios solo salgan palabras que reanimen, levanten y edifiquen. Contrólanos con tu fortaleza para no ofender a nadie ni pecar contra ti, por falta de amor hacia nuestro prójimo.

Un abrazo y bendiciones.

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