Instruye al niño en el camino correcto, y aun en su vejez no lo abandonará.Proverbios 21:6.
Lectura: Proverbios
21:1-21. Versículo del día: Proverbios
21:6.
MEDITACIÓN DIARIA
Es triste ver que niños
de once y doce añitos ya empiezan a delinquir; ya trafican con drogas, con
armas y conocen toda clase de promiscuidad. No solamente los países van en
bancarrota económica, también están es bancarrota moral. En general casi en todos los países, ahora se
prohíbe la enseñanza de un Dios Sublime y Todopoderoso. Ya no se puede nombrar
a Dios porque es atentar contra la libertad de cada persona. Aparte de eso, tal
pareciera que son ahora los niños y jóvenes quienes mandan la parada tanto en
los hogares como en las instituciones educativas; pues está prohibido
castigarles y guiarlos por el camino correcto. Ya los niños pueden denunciar a
sus padres en una Comisaría de Familia o quejarse ante los entes que vigilan
los planteles educativos.
El alejarnos de la
Palabra de Dios trae consecuencias nefastas para la familia en general. Cuando no hay temor de Dios, el
hombre se desvía hacia el libertinaje y las consecuencias no se hacen esperar
en toda la sociedad: rebeldía, desobediencia, irrespeto, altanería y un
sinnúmero de vicios llegando incluso a atracos, homicidios y violaciones.
Así tengamos todo un
sistema en contra nuestro, el deber como padres es criarlos en el temor del
Señor, bajo parámetros de amor y disciplina: “Y ustedes, padres, no hagan
enojar a sus hijos, sino críenlos según la disciplina e instrucción del Señor”
(Efesios 6:4). La Biblia también dice que la vara es necesaria (Proverbios
22:15); no para cogerlos a matarlos, pero sí para que sepan cuáles son las
reglas y aprendan disciplina. Hay que
instruir al niño desde pequeño en los caminos de Dios, porque es la época en
que mejor se asimila lo aprendido y ellos tienen que saber aun siendo muy niños,
que hay reglas que no se pueden quebrantar porque la desobediencia trae
consecuencias serias. No es fácil, menos en estos tiempos tan convulsionados
levantar hijos útiles a Dios y a la sociedad misma. Oremos para que como padres
sepamos llevarlos por el camino correcto; el que Dios espera que les enseñemos
de acuerdo a su Escritura.
Amado Señor: Queremos
entregarte nuestros hijos y rogarte que nos des la sabiduría y discernimiento
necesarios para levantarlos en el temor tuyo. No queremos ser intensos con
ellos pero sí, padres de convicción que les hablen con firmeza y amor para que
entiendan que Dios se complace con los que le temen, y que nosotros como padres
nos gozamos de ver su crecimiento espiritual, moral e íntegro en sus acciones.
Gracias buen Señor.
Un abrazo y
bendiciones.
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