lunes, 27 de octubre de 2014

Como buenos administradores




Asegúrate de saber cómo están tus rebaños; cuida mucho de tus ovejas. 
Proverbios 27:23.


Lectura: Proverbios 27:23-27.  Versículo del día: Proverbios 27:23.

MEDITACIÓN DIARIA

En el Manual del hombre (La Biblia) que Dios nos dejó, vemos en esta pequeña lectura, unos puntos importantes respecto a las finanzas. Miremos los versículos que siguen: “Cuando se limpien los campos y brote el verdor, y en los montes se recoja la hierba, las ovejas te darán para el vestido, y las cabras para comprar un campo; tendrás leche de cabra en abundancia para que se alimenten tú y tu familia, y toda tu servidumbre” (vv. 25-27). Nuestro hogar debe ser la primera empresa que debemos aprender a manejar financieramente, y he llegado a la conclusión que ese limpiar los campos, a mi modo de ver, hace referencia a salir de las deudas. Pues con acreedores por todas partes, es bien difícil hacer prosperar una casa: “los deudores son esclavos de sus acreedores” (Proverbios 22:7b). Las deudas nos quitan el sueño, nos roban la paz y el bienestar del hogar. Pero cuando ya todo esté saneado se pueden retomar los asuntos y muy seguramente con la ayuda del Señor por delante, se empieza a producir nuevamente, de tal modo que no faltarán alimento ni vestido tanto para los nuestros como para los que laboran con nosotros.
Y esto se puede aplicar a cualquier empresa que se levante. El buen administrador tiene que andar pendiente de sus negocios y saber perfectamente hasta dónde y qué debe delegar. Hay funciones que es mejor realizar directamente para más tarde no caer en errores de corrupción, despilfarro o mentiras. Considero que lo primero a realizar cuando se tiene una empresa es ponerla en manos del Dios Todopoderoso y Sapientísimo. Después planificarla de tal modo que sus quehaceres no se crucen entre sí y resulte siendo más dispendiosa la tarea. Bien sea el hogar, el pequeño negocio o la más grande empresa, siempre hay que seguir los lineamientos de Dios si en verdad queremos que prosperen.

Amado Señor: queremos ser buenos administradores aquí en la tierra y saber que todo lo que tenemos es por encargo tuyo.  Enséñanos Señor a manejar correctamente las riquezas que nos has brindado, sin apegarnos a ellas ni tenerlas como si fueran un ídolo.  Gracias Señor porque todo lo que poseemos es prestado y tú como el Amo eterno nos pedirás cuenta de ellos.

Un abrazo y bendiciones.

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