jueves, 16 de octubre de 2014

La sabiduría que proviene de Dios




Más vale adquirir sabiduría que oro; más vale adquirir inteligencia que plata. 
Proverbios 16:16.


Lectura: proverbios 16:1-33.  Versículo del día: Proverbios 16:16.

MEDITACIÓN DIARIA

Si el principio de la sabiduría es el temor al Señor (Proverbios 9:10); este temor que no es de terror sino de reconocimiento, de saber que Él es Dios y está por encima de todo. Lo conocemos a través de su Palabra que nos dirige a cumplir sus mandatos; entonces podemos decir, que la verdadera sabiduría consiste en obedecer a Dios. Cuando obedecemos a Dios ponemos por delante lo que Él espera de nosotros, no lo que nosotros creemos que es lo correcto, porque: “A cada uno le parece correcto su proceder, pero el Señor juzga los motivos” (v. 2 en la lectura), muchas veces nos equivocamos. “Al sabio de corazón se le llama inteligente”; “El sabio de corazón controla su boca” (vv. 21a y 23a). Controlar la boca es tener prudencia; el versículo 22 dice que ésta es fuente de vida. Definitivamente la prudencia siempre está presente en el sabio y nos libra de malos momentos.
 El sabio y entendido lo demuestra con su buena conducta; la sabiduría terrenal nos desvía, es humana y diabólica (Santiago 3:13-16). A los ojos de Dios la sabiduría de este mundo es locura, es necedad ante Él (1 Corintios 3:19). Busquemos la sabiduría que proviene de Dios; leamos y obedezcamos su Palabra. “la sabiduría que desciende del cielo es ante todo pura, y además pacífica, bondadosa, dócil, llena de compasión y de buenos frutos, imparcial y sincera” (Santiago 3:17). Si a alguno le falta, hay que pedírsela a Dios, que nos la dará generosamente (Santiago 1:5).

Amado Señor: Te damos gracias por tu Palabra y te pedimos que nos permitas conocerla y escudriñarla sin cesar, para llenarnos de tu sabiduría y comportarnos como es tu deseo. Queremos buscar la sabiduría divina y guardarla como un tesoro escondido.

Un abrazo y bendiciones.

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