Tus ojos vieron mi cuerpo en gestación: todo estaba ya escrito en tu libro; todos mis días se estaban diseñando, aunque no existía uno solo de ellos.Salmo 139:16.
Lectura: Salmo
139:1-24. Versículo del día: Salmo
139:16.
MEDITACIÓN DIARIA
Esto es como un
complemento del devocional de ayer. Ninguno nacimos por accidente; llegamos a
este mundo con un plan específico para cumplir, y si Dios permitió esa
gestación, era porque ya en su libro estaban escrito todos nuestros días. No
puedes volver a pensar que naciste por un error de tus padres o porque ellos no
planificaron como debían. Para Dios no eres fortuito; eres una creación
admirable (v. 14), una obra maravillosa diseñada perfectamente por las manos
prodigiosas del Diseñador por excelencia.
Puesto que el Señor
Jesucristo como Dios que es, intervino en la creación de todo, también estaba
en el momento de nuestra concepción. “Por medio de él todas las cosas fueron
creadas; sin él, nada de lo creado llegó a existir. En él estaba la vida, y la
vida era la luz de la humanidad” (Juan 1:3-4). Y algo muy especial: “En Cristo
también fuimos hechos herederos, pues fuimos predestinados según el plan de
aquel que hace todas las cosas conforme al designio de su voluntad” (Efesios
1:11). Trato de entenderlo porque es
como un misterio: nos dio la vida y Él es la vida misma: vida terrenal y vida
celestial. La terrenal todos la tenemos, la celestial solamente cuando
aceptamos a Jesús como Señor y Salvador de esa vida terrenal, precisamente para
alcanzar la celestial, la vida eterna. Concluyo entonces que así como por su
voluntad fuimos creados (como criaturas de Dios), también por su voluntad
fuimos llamados (como hijos de Dios). Por su voluntad somos salvos.
Amado Dios: Gracias por
habernos permitido venir a este mundo como criaturas tuyas; pero infinitamente
gracias, por el hecho de haber puesto tus ojos en cada uno de nosotros para
llamarnos a tu reino y ser adoptados como tus hijos. Queremos ser leales a Ti,
bendito Dios. Examínanos y si hay algo que esté estorbando nuestro andar
contigo, destrúyelo y nuevamente guíanos por la senda correcta.
Un abrazo y
bendiciones.
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