sábado, 4 de octubre de 2014

Acudamos al Espíritu Santo para guardar el corazón




Por sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque de él mana la vida. 
Proverbios 4:23.


Lectura: Proverbios 4:18-27.  Versículo del día: Proverbios 4:23.

MEDITACIÓN DIARIA

Dios nos manda a cuidar el corazón, porque el corazón juega un papel muy importante en la vida espiritual. El hombre maquina en su corazón planes perversos (Proverbios 6:18), y luego los pone por obra. El Señor Jesús enseñaba lo siguiente: “Lo que sale de la persona es lo que la contamina. Porque de adentro, del corazón humano, salen los malos pensamientos, la inmoralidad sexual, los robos, los homicidios, los adulterios,  la avaricia, la maldad, el engaño, el libertinaje, la envidia, la calumnia, la arrogancia y la necedad. Todos estos males vienen de adentro y contaminan a la persona” (Marcos 7:20-23). Toda persona tiene el libre albedrío para hacer el bien o hacer el mal; pero si se deja llevar por lo que otros opinan,  las tendencias de la época o el ejemplo maligno de los perversos, muy seguramente tomará el ir en contra vía y hacer el mal.  En su corazón primero va albergando la maldad y ya después le será muy fácil decidir el obrar.
Los cristianos tenemos que tener mucho cuidado porque la naturaleza pecaminosa, siempre quiere hacer estragos en nosotros. Por eso debemos volcarnos a buscar siempre el bien; a llenarnos del Espíritu Santo (Efesios 5:18). “Así que les digo: Vivan por el Espíritu, y no seguirán los deseos de la naturaleza pecaminosa” (Gálatas 5:19); Las obras de la naturaleza pecaminosa son las que salen del corazón humano (Gálatas 5:20-21). “En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad,  humildad y dominio propio. No hay ley que condene estas cosas. Los que son de Cristo Jesús han crucificado la naturaleza pecaminosa, con sus pasiones y deseos” (Gálatas 5:22-24). Si en verdad somos de Cristo el Señor, cuidemos el corazón con la ayuda del Espíritu Santo.

Amado Señor: Permite que a pesar de lo que vemos y vivimos, nuestro corazón siempre esté dispuesto a dejarse guiar por tu Santo Espíritu. Te pedimos de manera especial que guardes el corazón de los niños y jóvenes que se están desenvolviendo en un mundo perverso y contrario a tu ley. Gracias Señor.

Un abrazo y bendiciones.

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