martes, 30 de septiembre de 2014

Contando bien nuestros días




Enséñanos a contar bien nuestros días, para que nuestro corazón adquiera sabiduría.  Salmo 90:12.


Lectura: Salmo 90:1-17.  Versículo del día: Salmo 90:12.

MEDITACIÓN DIARIA

Vemos que el tiempo pasa de manera inexorable; no se detiene y nuestros días se van yendo y marchitando como la hierba que se seca al anochecer. “se esfuman nuestros años como un suspiro” (v. 9b). Ayer veíamos a nuestros hijos, cual chiquillos corretear por la casa de un lugar a otro; y de pronto levantamos la mirada y ya se han ido del hogar.
¿Qué ha pasado durante ese día que de pronto nos detiene y no nos deja percibir la luz?  Los atafagos de la vida, muchas veces nos impiden desarrollarnos como hemos programado o como lo hemos deseado. Es hora de levantarnos y no consentir que el tiempo que va haciendo estragos, continúe su marcha vertiginosa, sin permitirnos tener un alto en el camino y mirar hacia el horizonte para detectar, si el sol se está ocultando ya, y si aún nos falta mucha tarea por terminar. La vida es demasiado corta y cuando miramos el atardecer, vemos que está llegando la noche y muchos ideales, planes, proyectos y deseos se han quedado quietos. No dejemos que el tiempo nos tome delantera. Eclesiastés dice: “Y todo lo que te venga a la mano, hazlo con todo empeño; porque en el sepulcro, adonde te diriges, no hay trabajo ni planes ni conocimiento ni sabiduría” (Eclesiastés 9:10).

Amado Señor: Tu palabra también dice que debemos aprovechar bien el tiempo porque los días son malos. Enséñanos a hacer las obras que tenemos que realizar en plena luz del sol y que nuestro corazón tenga la satisfacción del deber cumplido. Llénanos de tu sabiduría Señor, para que nuestros días no se esfuman como el viento.

Un abrazo y bendiciones.

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