Dichoso el que tiene en ti su fortaleza, que sólo piensa en recorrer tus sendas. Cuando pasa por el valle de las Lágrimas lo convierte en región de manantiales; también las lluvias tempranas cubren de bendiciones el valle.Salmo 84:6.
Lectura: Salmo
84:1-12. Versículo del día: Salmo 84:6.
MEDITACIÓN DIARIA
Cuando hay confianza
hay paz, fortaleza, esperanza, gozo. La
desconfianza por el contrario, trae
miedos, inseguridad, tristeza, dolor y deja una honda preocupación en el ser. La confianza es básica para una relación y
nuestra primera relación debe ser con Dios Padre Todopoderoso. No podemos dirigirnos a Él con titubeos y
menospreciando su poder. Tenemos que
tener la certeza que está pendiente de dialogar con nosotros como sus hijos que
somos, y que está dispuesto a hacer lo mejor para dirigirnos con su mano por el
camino adecuado.
No puedo pasar por este
versículo sin acordarme de la película de “La vida es bella”. Personalmente aprendí de allí, que por
turbias que sean las circunstancias, tenemos que mirar alrededor con ojos de
alegría, de triunfo y de esperanza. Creo
que como este niño que creía en lo que su padre le decía, tenemos que ser de
igual manera en nuestra relación con el mejor Padre. Confiar que nos lleva de su mano y que por
más que vengan fuertes vientos y ráfagas de lluvia, el Señor nos va conduciendo
de lado a lado hasta dejarnos en puerto seguro. En esto es que tenemos que ser
como niños: dejando toda malicia a un lado y portándonos ya como grandecitos
que somos, en el conocimiento y la verdad que hemos creído. “Señor
Todopoderoso, ¡dichosos los que en ti confían!” (v. 12).
Amado Señor: En verdad
queremos acercarnos a tus atrios, puestos los ojos en tu bondad y
majestuosidad. Creyendo firmemente que estás a nuestro lado y que somos
preciosos y especiales para ti. Con la convicción que agachas tu cabeza para
escucharnos mejor y atender todas nuestras súplicas; y con la positiva esperanza
de que siempre abogarás en favor, llevándonos por el mejor camino que conoces,
para que vayamos a tu lado y no perdamos el horizonte.
Un abrazo y
bendiciones.
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