lunes, 8 de septiembre de 2014

Es Él, quien sobrelleva las pesadas cargas



Bendito sea el Señor, nuestro Dios y Salvador, que día tras día sobrelleva nuestras cargas. 
Salmo 68:19.


Lectura: Salmo 68:1-35.  Versículo del día: Salmo 68:19.

MEDITACIÓN DIARIA

Creo que nosotros nos cansamos y estresamos más, porque no hemos aprendido a dejar las cargas sobre los hombros de quien ya pagó por todas ellas. Esas cargas que no son más que nuestros dolores, pesares, desilusiones, preocupaciones o afanes, hay que dejarlas en manos de quien sí sabe llevarlas: “Entrégale tus cargas al Señor, y él cuidará de ti;  no permitirá que los justos tropiecen y caigan”. (Salmo 55:22 NTV). Ese entregar que puede ser el mismo encomendar, implica confiar. Y si confiamos en nuestro buen Dios, tenemos que entender que no permitirá que caigamos y nos quedemos por siempre abatidos en el suelo.  Ni siquiera hay excusa para creer  que ya las fuerzas no nos dan más, porque tenemos la promesa de que si confiamos en el Señor, Él las renovará.  Nuestro Dios que no se cansa ni se fatiga, está listo para tendernos su mano bondadosa y fortalecer tanto al cansado como al débil.  Dice que volaremos como las águilas; correremos sin fatigarnos y caminaremos sin cansarnos (Isaías 40:28-31). Ni siquiera es excusa la vejez para quejarnos y lamentarnos porque: “Aun en la vejez, cuando ya peinen canas, yo seré el mismo, yo los sostendré. Yo los hice, y cuidaré de ustedes;  los sostendré y los libraré” (Isaías 46:4).  ¡Qué promesa tan maravillosa!  Nuestro Dios siempre estará ahí para sostenernos.  ¡Bendito sea el Señor, nuestro Dios y Salvador! Por siempre pendiente de sus hijos.

Amado Señor: Te damos gracias por recordarnos nuevamente y confirmarnos la grandeza de tu amor.  Tu cuidado nos llena de confianza para entender que eres inmutable, que no cambias y que lo que dices se cumple porque es tu Palabra veraz e irrefutable.  ¡Te alabamos Señor!

Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: