sábado, 6 de septiembre de 2014

Sin ser insolentes


“Ustedes han dicho: Servir a Dios no vale la pena. ¿Qué ganamos con cumplir sus mandatos y vestirnos de luto delante del Señor Todopoderoso  si nos toca llamar dichosos a los soberbios, y los que hacen lo malo no sólo prosperan sino que incluso desafían a Dios y se salen con la suya?”. Malaquías 2:14-15. 

Lectura: Malaquías 2:13-18.  Versículos del día: Malaquías 2:14-15.

MEDITACIÓN DIARIA

Se escucha en ocasiones a personas ‘desilusionadas de Dios’ por diferentes motivos que han tocado sus vidas.  En la mayoría de los casos se dan estas situaciones porque infortunadamente estamos acostumbrados a poner los ojos en las personas y no en Dios.  Algunos han tenido que soportar actos que viniendo de cristianos dejan mucho que desear e incluso de pastores y líderes. Por ambos lados está mal el asunto: tanto de los que dan mal testimonio como de los que consideran que por ser cristianos no se puede caer y no miran la paja en su propio ojo sino la de los demás.
También es bien cierto que vemos a muchos que sin ser creyentes, sin practicar el evangelio y obrando incorrectamente lo tienen todo.  Ese ‘lo tienen todo’ es aparente porque cuando vamos al fondo, hay muchas deficiencias en sus vidas. Y si no es así, no tenemos el por qué preguntarnos y mucho menos preguntarle a Dios porque ante todo, Él es soberano. Si aquí les va muy bien, cuando les toque el momento de su juicio eterno, no lo será; pero nada de esto nos compete: no somos jueces para juzgar ni Dios para sentenciar.
Aprendamos a vivir lo nuestro actuando de la mejor manera porque ya conocemos lo que Dios espera de nosotros y el no hacerlo, nos es pecado.  Si a los impíos les va bien, dejemos  que sea Dios quien los juzgue porque a nosotros no nos corresponde.

Amado Señor: Quizá la envidia, el egoísmo y la codicia nos llevan a criticar a nuestros semejantes y de paso a dudar de tu soberanía.  Te pedimos perdón por ello y te rogamos que nos permitas vivir ante ti rectamente y a preocuparnos por ser cada día excelentes, en vez de mirar lo que hace o no hace el prójimo.  Gracias buen Señor.

Un abrazo y bendiciones. 

No hay comentarios: