“Ustedes han dicho: Servir a Dios no vale la pena. ¿Qué ganamos con cumplir sus mandatos y vestirnos de luto delante del Señor Todopoderoso si nos toca llamar dichosos a los soberbios, y los que hacen lo malo no sólo prosperan sino que incluso desafían a Dios y se salen con la suya?”. Malaquías 2:14-15.
Lectura:
Malaquías 2:13-18. Versículos del día:
Malaquías 2:14-15.
MEDITACIÓN
DIARIA
Se escucha en
ocasiones a personas ‘desilusionadas de Dios’ por diferentes motivos que han
tocado sus vidas. En la mayoría de los
casos se dan estas situaciones porque infortunadamente estamos acostumbrados a
poner los ojos en las personas y no en Dios.
Algunos han tenido que soportar actos que viniendo de cristianos dejan
mucho que desear e incluso de pastores y líderes. Por ambos lados está mal el
asunto: tanto de los que dan mal testimonio como de los que consideran que por
ser cristianos no se puede caer y no miran la paja en su propio ojo sino la de
los demás.
También es bien
cierto que vemos a muchos que sin ser creyentes, sin practicar el evangelio y
obrando incorrectamente lo tienen todo.
Ese ‘lo tienen todo’ es aparente porque cuando vamos al fondo, hay
muchas deficiencias en sus vidas. Y si no es así, no tenemos el por qué
preguntarnos y mucho menos preguntarle a Dios porque ante todo, Él es soberano.
Si aquí les va muy bien, cuando les toque el momento de su juicio eterno, no lo
será; pero nada de esto nos compete: no somos jueces para juzgar ni Dios para
sentenciar.
Aprendamos a
vivir lo nuestro actuando de la mejor manera porque ya conocemos lo que Dios
espera de nosotros y el no hacerlo, nos es pecado. Si a los impíos les va bien, dejemos que sea Dios quien los juzgue porque a
nosotros no nos corresponde.
Amado Señor:
Quizá la envidia, el egoísmo y la codicia nos llevan a criticar a nuestros
semejantes y de paso a dudar de tu soberanía.
Te pedimos perdón por ello y te rogamos que nos permitas vivir ante ti
rectamente y a preocuparnos por ser cada día excelentes, en vez de mirar lo que
hace o no hace el prójimo. Gracias buen
Señor.
Un abrazo y
bendiciones.
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