Si mi pueblo tan sólo me escuchara, si Israel quisiera andar por mis caminos.Salmo 81:13.
Lectura: Salmo
81:1-16. Versículo del día: Salmo 81:13.
MEDITACIÓN DIARIA
Estamos tan
acostumbrados a no escuchar, que inclusive con Dios hacemos lo mismo. Tenemos
ojos, pero no vemos; oídos, pero no escuchamos (Jeremías 5:21). A pesar de que
el pueblo de Israel día tras día,
contemplaba las maravillas que Dios realizaba para librarlos de los opresores y
enemigos, su obstinado corazón siempre se desviaba del camino y hacía todo lo
contrario a su ley. El Señor les repetía una y otra vez lo mismo, pero poco
escuchaban. “Y ahora, Israel, ¿qué te pide el Señor tu Dios? Simplemente que le
temas y andes en todos sus caminos, que lo ames y le sirvas con todo tu corazón
y con toda tu alma, y que cumplas los
mandamientos y los preceptos que hoy te manda cumplir, para que te vaya bien”
(Deuteronomio 10:12-13). Ellos no escuchaban y nosotros tampoco. La mayoría de
aflicciones vienen como consecuencia de una desobediencia: “Si hubieras
prestado atención a mis mandamientos, tu paz habría sido como un río; tu
justicia, como las olas del mar” (Isaías 48:18). Para Dios es más importante el
obedecer y prestar atención a lo mandado por Él, que cualquier otra cosa que
hagamos (1 Samuel 15:22).
Leamos y aprendamos su
Palabra para que podamos escuchar con claridad lo que Dios demanda de
nosotros. No sigamos más con vista ciega
y oídos sordos, porque entonces, perderemos el rumbo.
Amado Señor: Enséñanos
tu Palabra de tal manera que se impregne fuertemente en nuestro corazón y
seamos sensibles a tu voz. Queremos seguirte y hacer tu voluntad. Pon en cada uno, un espíritu obediente y
atento a escucharte, para no desviarnos del camino.
Un abrazo y bendiciones.
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