domingo, 21 de septiembre de 2014

Si no escuchamos nos vamos a desviar




Si mi pueblo tan sólo me escuchara, si Israel quisiera andar por mis caminos. 
 Salmo 81:13.


Lectura: Salmo 81:1-16.  Versículo del día: Salmo 81:13.

MEDITACIÓN DIARIA

Estamos tan acostumbrados a no escuchar, que inclusive con Dios hacemos lo mismo. Tenemos ojos, pero no vemos; oídos, pero no escuchamos (Jeremías 5:21). A pesar de que el  pueblo de Israel día tras día, contemplaba las maravillas que Dios realizaba para librarlos de los opresores y enemigos, su obstinado corazón siempre se desviaba del camino y hacía todo lo contrario a su ley. El Señor les repetía una y otra vez lo mismo, pero poco escuchaban. “Y ahora, Israel, ¿qué te pide el Señor tu Dios? Simplemente que le temas y andes en todos sus caminos, que lo ames y le sirvas con todo tu corazón y con toda tu alma,  y que cumplas los mandamientos y los preceptos que hoy te manda cumplir, para que te vaya bien” (Deuteronomio 10:12-13). Ellos no escuchaban y nosotros tampoco. La mayoría de aflicciones vienen como consecuencia de una desobediencia: “Si hubieras prestado atención a mis mandamientos, tu paz habría sido como un río; tu justicia, como las olas del mar” (Isaías 48:18). Para Dios es más importante el obedecer y prestar atención a lo mandado por Él, que cualquier otra cosa que hagamos (1 Samuel 15:22). 
Leamos y aprendamos su Palabra para que podamos escuchar con claridad lo que Dios demanda de nosotros.  No sigamos más con vista ciega y oídos sordos, porque entonces, perderemos el rumbo.

Amado Señor: Enséñanos tu Palabra de tal manera que se impregne fuertemente en nuestro corazón y seamos sensibles a tu voz. Queremos seguirte y hacer tu voluntad.  Pon en cada uno, un espíritu obediente y atento a escucharte, para no desviarnos del camino.

Un abrazo y bendiciones.  

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