martes, 27 de agosto de 2013

Si crees en el Señor, síguelo a Él



Elías se presentó ante el pueblo y dijo: —¿Hasta cuándo van a seguir indecisos? Si el Dios verdadero es el Señor, deben seguirlo; pero si es Baal, síganlo a él. 
1 Reyes 18:21.


Lectura: 1 Reyes 18:16-46.  Versículo del día: 1 Reyes 18:21.

MEDITACIÓN DIARIA

Esa misma pregunta vale en este tiempo: “¿Hasta cuándo van a seguir indecisos? Si el Dios verdadero es el SEÑOR, deben seguirlo; pero si es Baal, síganlo a él”.  Cambiemos Baal por el brujo o por el hechicero.  Los canales de televisión y las emisoras, tienen por no decir que todas o casi todas, espacios dedicados al ocultismo en sus diferentes formas.  Lo triste es que la persona por un lado dice ser creyente y por otro, juega por ejemplo con el tarot, el espiritismo y otras prácticas de ocultismo.  Entonces, su fe está basada en una religiosidad y santería, las cuales no dejan ningún beneficio; al contrario, así no parezca, Satanás no perderá estas oportunidades para destruir completamente a la persona; además de esto, es experto en vestirse como ángel de luz para engañar a muchos. No se puede servir a dos señores, meditemos: O estamos con el Señor o estamos en contra de Él, porque: “¿Qué comunión puede tener la luz con la oscuridad? ¿Qué armonía tiene Cristo con el diablo?” (1 Corintios 6:14-15).  Desde el Antiguo Testamento, Dios ha llamado poderosamente la atención al respecto: “Nadie entre los tuyos deberá sacrificar a su hijo o hija en el fuego; ni practicar adivinación, brujería o hechicería; ni hacer conjuros, servir de médium espiritista o consultar a los muertos. Cualquiera que practique estas costumbres se hará abominable al Señor (Deuteronomio 18:10-12).   
Como conclusión: la adivinación es pecado, la brujería es pecado, el sortílego es pecado, la hechicería es pecado, el espiritismo es pecado; la idolatría es pecado, la santería es pecado.  Si hay algo de esto que este dominando al creyente, ya es hora de pedir perdón a Dios, y desechar por completo estas practicas abominables. Si en verdad crees en el Señor, entonces síguelo a Él; no te desvies ni a derecha ni a izquierda.

Amado Dios: Escudriña nuestro corazón y si ves que hay algo que no esté andando de acuerdo a tu Palabra, perdónanos y límpianos de tal manera que no pequemos por cambiarte a ti por otros ‘dioses’.  Gracias Señor, porque solo tú eres el único mediador entre Dios y los hombres y porque nadie puede quitarte el lugar de primacía que mereces.

Un abrazo y bendiciones.

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