sábado, 24 de agosto de 2013

La luz que resplandece en medio de tinieblas




Éste es el mensaje que hemos oído de él y que les anunciamos: Dios es luz y en él no hay ninguna oscuridad. 
1 Juan 1:5.


Lectura: 1 Juan 1:1-10.  Versículo del día: 1 Juan 1:5.

MEDITACIÓN DIARIA

El Señor mismo declaró ser la luz del mundo (Juan 8:12); Él es la luz que brilla en medio de densas tinieblas.  Sin engañarnos tenemos que reconocer  que no solamente el ser humano vive en las penumbras de su corazón sino también en las del mismo mundo que lo rodea.  Angustia, depresión, lamento, enfermedad y muerte invaden su mente y hacen eco en su futuro.  Por otro lado, las noticias no son nada halagüeñas: guerras, terremotos, violencia, adulterios, maltrato infantil, corrupción, etc, etc. son el pan de cada día.  Los tiempos son difíciles y la maldad infortunadamente irá en aumento.  Definitivamente del único que podemos cogernos y saber que a pesar de las dificultades que se presenten, tenemos su luz, es del Señor Jesucristo.
Dice la canción cristiana: ‘Porque Él vive triunfaré mañana; porque Él vive ya no hay temor. Porque yo sé que el futuro es suyo. La vida vale más y más solo por Él’; y así es.  Nuestra victoria está basada en su muerte y resurrección.  Hemos creído en Jesucristo, quien es nuestro guía y apoyo incondicional. El futuro para nosotros ya no es incierto, sabemos en quien hemos puesto los ojos; sus promesas son veraces y se cumplirán. Veamos algunas de ellas: “Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo” (Salmo 23:4 VRV); “Por eso, no temeremos aunque se desmorone la tierra y las montañas se hundan en el fondo del mar” (Salmo 46:2); “Aunque pase yo por grandes angustias, tú me darás vida” (Salmo 138:7); “Cuando cruces las aguas, Yo estaré contigo; cuando cruces los ríos, no te cubrirán sus aguas; cuando camines por el fuego, no te quemarás ni te abrasarán las llamas (Isaías 43:2).  Su fidelidad no cambia, es inmutable; porque: “¡Este Dios es nuestro Dios eterno!  ¡Él nos guiará para siempre!” (Salmo 48:14).
Jesucristo es el mensaje anunciado, para que los que crean en Él tengan vida eterna y puedan ser partícipes de la luz que brilla por siempre. “Él revela lo profundo y lo escondido, y sabe lo que se oculta en las sombras. ¡En él habita la luz!” (Daniel 2:22).

Amado Señor: Gracias infinitas por habernos permitido conocerte y andar ahora en medio de la luz que resplandece.  Señor, aun cuando la noche se torne oscura, tenemos tus promesas cual innumerables estrellas que comienzan a fulgurar para alumbrar nuestro sendero por recorrer.

Un abrazo y bendiciones.

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