Miren que pongo en Sión una piedra principal escogida y preciosa, y el que confíe en ella no será jamás defraudado.1 Pedro 1:6.
Lectura: 1 Pedro
1:4-12. Versículo del día: 1 Pedro 1:6.
MEDITACIÓN DIARIA
¡Cuánto no añoramos una
esmeralda, un topacio, una perla y para qué decir un diamante!
Sí, todas estas son muy bellas y tienen un valor incalculable; desearíamos
tenerlas en las manos o en la cara y
poderlas lucir con jactancia y vanidad.
Quizá nunca antes nos
habíamos dado cuenta que todas ellas quedan en su mínima expresión, al lado de
la más valiosa de todas, la escogida y preciosa sin igual: ¡el Señor Jesucristo! (v. 4). Somos más ricos de lo que el mundo cree; nos
podemos ufanar de tener la riqueza más apreciable y no necesitamos hacer alarde
de su hermosura, porque por sí sola muestra toda su majestuosidad. Lo que sí es necesario, es mostrarla al
mundo, para que sea codiciada y la adquieran.
Tenemos que exhibirla con orgullo y propiedad. Es la más valiosa de todas las que podamos
conocer.
Te invito a que te adornes
con esta joya majestuosa. Te sentirás
como un rey o una reina, pavoneándose entre la multitud. Lo mejor: Dios Padre te la ofrece gratis; no
la deseches. Él quiere adornarte con su Alhaja única: su Hijo hecho hombre; no rechaces
este regalo. Deja que muestre todo su esplendor y tu vida empiece a brillar con
sus rayos centelleantes. Si quieres, te
puedo guiar con una pequeña oración para que tu corazón se adorne con tan
valiosa gema:
Amado Jesús: Deseo sinceramente
que tomes mi vida y seas tú el centro de ella. Quiero desbancarme y botar todo
mi adorno artificial. Perdona mis
pecados, me arrepiento de ellos. Toma el control del timón que yo manejo y siéntate
en el trono para que tus rayos luminosos empiecen a guiarme por tu senda. Gracias
Señor por hacerlo y venir a morar en mi corazón. Eres la piedra más preciosa
que se pueda desear.
Un abrazo y bendiciones.
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