Disciplina Divina y terrenal

Hijo mío, no tomes a la ligera la disciplina del Señor ni te desanimes cuando te reprenda, porque el Señor disciplina a los que ama, y azota a todo el que recibe como hijo. 

Hebreos12:5-6.

Lectura: Hebreos 12:1-13.  Versículos del día: Hebreos 12:5-6.

MEDITACIÓN DIARIA

Como padres, siempre queremos que nuestros hijos sean ejemplares. Nunca sabemos lo que es criar a un hijo, hasta que no lo tenemos.  Muchas cosas de las que antes hacíamos por desobediencia a los padres, se convierten más tarde en las mismas leyes que impondremos a los hijos porque: ¿Qué hijo hay a quien el padre no disciplina? (v. 7b), Continua el versículo siguiente diciendo: “Si a ustedes se les deja sin la disciplina que todos reciben, entonces son bastardos y no hijos legítimos” (v. 8). Dios nos ha adoptado como sus hijos (), y si lo somos tenemos que aceptar su disciplina porque de lo contrario seríamos ilegítimos; mejor dicho: seríamos desconocidos para Él..   

Si aceptamos la disciplina impuesta por los padres terrenales, sabiendo que ellos lo hicieron por nuestro bien, ¿cómo no vamos a acatar la del Padre celestial?  (v. 9). ¡Ay Dios!  ¡Tu disciplina no es tan fácil!  Ciertamente, muchas veces viene rodeada de azote tras azote.

Que nos sirva también el pasaje para reflexionar sobre la educación que estamos impartiendo en casa. Esto mismo es lo que debemos pensar y acatar cuando de corregir a nuestra prole se trata.  Si los amamos, tenemos que implantar disciplina. Muchas veces por no buscar problemas o por mucha condescendencia, se van dejando pasar situaciones que al final lamentamos.

Aceptemos que la disciplina del Señor está basada en su amor y que también por amor debemos corregir a nuestros hijitos.

Amado Señor: Ciertamente somos débiles no solo para recibir tu corrección, sino también para disciplinar a los nuestros. Te pedimos perdón por ello y te rogamos que nos enseñes a ver únicamente tu amor reflejado en cada reprensión, y de igual modo transmitirlo a quienes amamos y tenemos la obligación de levantar.

Un abrazo y bendiciones.