¡Ya se te ha declarado lo que es bueno! Ya se te ha dicho lo que de ti espera el Señor: Practicar la justicia, amar la misericordia, y humillarte ante tu Dios.Miqueas 6:8.
Lectura: Miquea
6:1-16. Versículo del día: Miqueas 6:8.
MEDITACIÓN DIARIA
Creo que el Señor me
martilla sobre el tema de humillarnos ante Él y adorarlo, porque llegó la hora
y es ahora, cuando los verdaderos adoradores, adorarán al Padre en espíritu y
en verdad (Juan 4:23).
Quizá nos hacemos las
mismas preguntas que encontramos en la lectura: “¿Cómo podré acercarme al Señor
y postrarme ante el Dios Altísimo? ¿Podré presentarme con holocaustos o con
becerros de un año? ¿Se complacerá el
Señor con miles de carneros, o con diez mil arroyos de aceite? ¿Ofreceré a mi
primogénito por mi delito, al fruto de mis entrañas por mi pecado?” (vv. 6-7). No, nada de eso es lo que le agrada. Infortunadamente, el pecado no nos permite
ver más allá. Hay cuestionamientos de
parte de Dios que debemos tener en cuenta: “¡Malvados! ¿Debo tolerar sus
tesoros mal habidos, y sus odiosas medidas adulteradas? ¿Debo tener por justas la balanza falsa y la
bolsa de pesas alteradas? Los ricos de
la ciudad son gente violenta; sus habitantes son gente mentirosa; ¡engañan con
la boca y con la lengua!” (vv. 10-12).
Sin ánimo de herir a nadie personalmente, sí les sugiero que se reflexione
sobre el tema, porque es Dios mismo quién hace las preguntas. Dios reclama una
justicia social y como cristianos debemos empezar a ejercerla; “es de sabios
temer su nombre” (v. 9).
Busquémosle de corazón,
tal como dice el versículo del día; ya sabemos lo que nos corresponde practicar:
hacer justicia, tener misericordia y presentarnos ante Él en humildad como
verdaderos adoradores.
Amado Señor: ¡Ten
compasión de nosotros que somos pecadores! Examínanos, oh Dios; sondea nuestros
corazones y pensamientos. Si vamos por mal camino, guíanos por el tuyo que es recto y perfecto. ¡Gracias buen
Dios!
Un abrazo y
bendiciones.
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