Señor, he sabido de tu fama; tus obras, Señor, me dejan pasmado. Realízalas de nuevo en nuestros días, dalas a conocer en nuestro tiempo; en tu ira, ten presente tu misericordia.Habacuc 3:2.
Lectura: Habacuc
3:1-19. Versículo del día: Habacuc 3:2.
MEDITACIÓN DIARIA
El clamor de Habacuc,
pareciera que viene con fuerza en estos tiempos tan difíciles. Considero que la iglesia de Dios, su pueblo
escogido, es el que debe levantarse y rogar al Señor porque sus obras vuelvan a
ser manifestadas de manera asombrosa como en tiempos pasados.
Si nosotros los que
creemos en el Señor y decimos conocerle, no nos unimos y rogamos por nuestra
tierra, entonces, ¿qué podemos esperar de los inconversos? Absolutamente nada positivo; que ellos sigan
aumentando y sus ideas aunque contrarias a la Palabra de Dios, tengan eco en la
sociedad para terminarla de hundir.
Satanás feliz, y los cristianos pasmados sin levantar la voz ni siquiera
para clamarle al Señor. Por si se nos ha
olvidado recordemos que somos los encargados de orar por nuestra nación: “si mi
pueblo, que lleva mi nombre, se humilla y ora, y me busca y abandona su mala
conducta, yo lo escucharé desde el cielo, perdonaré su pecado y restauraré su
tierra” (2 Crónicas 7:14). No solamente
nos corresponde orar, también se nos manda, abandonar la mala conducta.
Tenemos que ser
gestores de un cambio y para eso, nos toca actuar como verdaderos
cristianos. Dios no quiere un pueblo
tibio, ni endeble ni de doble ánimo.
Dios quiere un pueblo integral: que ore y actúe. Que asemeja
Amado Señor: Los
tiempos cada día se tornan más oscuros y nos encontramos en medio de penumbras
que asemeja, nos nublaran también la razón y el corazón. Te pedimos perdón porque nos dejamos
arrastrar por el mundo y el enemigo usa esto en contra tuya. Señor, únenos en un solo Espíritu; te rogamos
que mires con compasión esta tierra que nos has dado para vivir y que seamos
generadores de un cambio total en la sociedad, no solo con nuestro testimonio,
sino llevando también el mensaje de la cruz a tanto necesitado.
Un abrazo y
bendiciones.
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