miércoles, 8 de mayo de 2013

Su muerte fue por toda la humanidad




Pero allí donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia. 
Romanos 5:20b.


Lectura del día: Romanos 5:1-21.  Versículo del día: Romanos 5:20b.

MEDITACIÓN DIARIA

¿Por qué nos asombramos o criticamos cuando una persona malvada se convierte al Señor?  Ni siquiera creemos que pueda suceder así.  Sin embargo, el Señor nos está afirmando que donde abunda el pecado, también abunda la gracia. Quizá se nos olvida que éramos tan pecadores como esa persona.  Ante Dios, todos los pecados son iguales; si pecamos con una mentira de las que llamamos “piadosa”, simple y llanamente estamos pecando.  Si no amamos al enemigo, de igual manera.   Miremos lo que la Palabra de Dios nos dice al respecto: “Todo el que odia a su hermano es un asesino, y ustedes saben que en ningún asesino permanece la vida eterna” (1 Juan 3:15).
Nosotros, entonces, ¿de qué nos ufanamos?  “Pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios” (Romanos 3:23).  Pero gracias a Dios, que en Jesucristo tenemos vida eterna; y si el malhechor más grande del mundo, le acepta como Señor y Salvador reconociendo sus pecados y arrepintiéndose, su gracia llega hasta él y lo cubre porque donde abunda el pecado, también sobreabunda la gracia.  Cristo murió por esa persona también.

Amado Señor: Gracias porque tu dádiva llega a todos por igual.  Tú no haces acepción de personas y ante ti todos valemos lo mismo.  Gracias porque tu mensaje está abierto para todo aquel que crea en Ti.  Permite que sean muchos quienes reciban este regalo y encuentren la salvación que viniste a ofrecernos.  

Un abrazo y bendiciones.
  

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